El trabajo es de alto riesgo porque se atienden también personas en estado de intoxicación o con padecimientos siquiátricos
“Aunque sean detenidos por una falta o el más grave de los delitos, nosotros tenemos que brindarles una atención apegada a su dignidad como persona y a sus derechos humanos, privilegiando la vida”, informó la médico Mónica Urrutia Salazar, coordinadora del equipo de médicos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, cuya función es atender a cada detenido antes de ingresarlos al área de celdas para constatar el estado en que llegan.
El trabajo es de alto riesgo, dijo, pues incluye tratar con gente en estado de intoxicación o padecimientos siquiátricos y contrario a lo que la gente piensa “los médicos también nos asustamos y llegamos a sentir miedo cuando alguien entra en crisis de salud, pero nuestro deber es velar por su vida y estabilizarlos mientras llega una ambulancia, cuando van a ser trasladados a un hospital”.
Como ejemplo, citó la intervención de uno de sus compañeros el pasado fin de semana al entrar uno de los detenidos en un estado crítico, producto de una sobredosis, sin embargo su actuación acertada y la oportuna detección de los agentes de custodia le salvó la vida.
La coordinadora, cuya sede se ubica en el área de Barandilla de la Comandancia Norte, indicó que el personal de salud a su cargo está integrado por 10 doctores distribuidos en los turnos matutino, vespertino y nocturno, en los inmuebles ubicados al norte y al sur de la ciudad, en las avenidas Homero y Pacheco, respectivamente.
Mónica lleva solamente tres años al frente de su puesto y empezó cubriendo interinatos hasta que ante la renuncia del anterior coordinador, se presentó la oportunidad de escalar a dicho puesto que a diferencia de un consultorio ordinario, el servicio en una comandancia puede compararse más a un área de urgencias de un hospital. La doctora Mónica Urrutia cuenta con dos maestrías, una de neurociencias hecha en España y otra de administración de hospitales y centros de salud, en esta ciudad. “Hay que ser conscientes que si vamos a estar aquí, tenemos que estar muy pendientes, pues los 10 minutos o el tiempo que tarde en llegar una ambulancia, es muy importante para la vida de una persona”, advierte.