Destaca el caso de Lizeth Yolanda Topón, cuyo cuerpo su familia teme que se encuentre en el Semefo
Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez
En la última década, 53 extranjeros han sido reportados como desaparecidos, y continúan sin ser encontrados, en el estado de Chihuahua; 31 de ellos en el municipio de Juárez, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
Entre las víctimas en esta frontera se encuentran personas originarias de Estados Unidos, Guatemala, Ecuador, Colombia y Brasil, 12 de ellas del sexo femenino, entre quienes Andrés Marqués, de 20 años de edad, un hombre trans ecuatoriano que buscaba llegar a Nueva York, cuyo nombre oficial es Lizeth Yolanda Topón Huiracocha.
Andrés vendía paraguas con su mamá en las calles de Cuenca, Ecuador, pero la discriminación que vivía en su país y la necesidad de reunir dinero para sus medicamentos hormonales lo hizo migrar hacia Estados Unidos a través de Ciudad Juárez, donde desapareció a finales de agosto pasado, y cuyo cuerpo su familia teme que se encuentre en el Servicio Médico Forense de esta frontera (Semefo), ya que sus características coinciden con las de una mujer ecuatoriana quien fue encontrada muerta el 2 de septiembre pasado en un motel abandonado, a causa de un infarto.
De acuerdo con el reporte nacional, actualmente permanecen como desparecidos en el municipio de Juárez 19 extranjeros originarios de Estados Unidos, cinco de Guatemala, cuatro de Ecuador, dos colombianos y una brasileña, quienes son buscados por las autoridades junto a 532 mexicanos más o cuyas nacionalidades se desconocen.
Uno de los extranjeros fue reportado como desaparecido en 2014, dos en 2015, cinco en 2016, cuatro en 2018, cuatro en 2019, uno en 2020 y cuatro más el año pasado. Entre ellos se encuentran un menor de 4 años, tres entre 10 y 14, siete entre 15 y 19, dos jóvenes de 20 a 24, tres más entre el grupo de 25 a 29 años, cuatro de 30 a 34, tres de 35 a 39, uno entre 40 y 44 años, dos entre 45 y 49, uno entre 50 y 54 y una persona más cuyos familiares no especificaron la edad.
A nivel estatal, las víctimas de desaparición son 28 estadounidenses, nueve del sexo femenino; 15 provenientes de Guatemala, entre los que se encuentran 12 hombres y tres mujeres; dos hombres y una mujer colombianos; cuatro ecuatorianos, entre ellos dos mujeres; dos hondureños, un hombre y una mujer; una brasileña y dos salvadoreñas.
Del total de los extranjeros con reporte de desaparición en la última década, 31 casos ocurrieron en el municipio de Juárez, seis en Chihuahua, cinco en Camargo, tres en Ojinaga, dos en Jiménez, dos en Madera, uno en Janos, uno en Cuauhtémoc, y existen dos casos en los que se desconoce el municipio; cuatro de ellos ocurrieron en 2014, dos en 2015, cinco en 2016, tres en 2017, cuatro en 2018, 17 más durante 2019, uno en 2020 y cuatro en 2021.
Diecisiete eran adolescentes entre 15 y 19 años de edad al momento de desaparecer, uno era menor de cuatro años, dos tenían entre 20 y 24, seis entre 25 y 29 años, cuatro entre 30 y 34, dos entre 35 y 39 años, uno entre 40 y 44, cuatro entre 45 y 49, uno de 50 a 54, y en cuatro casos más, sus edades no fueron especificadas.
Sandra Lorena Huiracocha todavía debe a una institución bancaria los 17 mil 500 dólares que le cobraron los traficantes de personas por llevar a su hijo trans hasta Estados Unidos.
Pero debido a la lejanía y a las dificultades que encuentran para presentar una denuncia en sus propios países, donde muchas veces no les es aceptada, no todas las familias pueden poner una denuncia de desaparición.
Ecuatorianos
En el caso de los ecuatorianos, por ejemplo, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua sólo cuenta con el reporte de cuatro personas, mientras que la organización de asesoría legal 1800Migrante.com, que desde Nueva York está enfocada en ayudar a los migrantes ecuatorianos, tiene documentados ocho casos.
Además del caso de Topón Huiracocha, tienen el registro de la desparicion en esta frontera de los ecuatorianos Cristian Lupercio, de 21 años de edad; Evelin Quichimbo, de 24; Johanna Maribel Tapia, de 33 años; Gonzalo Oswaldo Sarmiento Veintimilla, de 45; Carlos Eduardo López Quinapanta, de 35; Claudio Ramón, de 36, y José Luis Palate, de 42 años.
En algunos casos, sus familias han sido extorsionadas o han entregado rescates por sus secuestros a los traficantes, sin lograr volver a ver a sus seres queridos, después de haber pagado originalmente cuotas entre los 11 mil y 17 mil 500 dólares por ser introducidos a Estados Unidos por las zonas aledañas a esta frontera.