Saltillo, Coah.- El Parque Madero fue testigo de la presentación de una joven promesa del beisbol mexicano que hoy es una realidad en las Grandes Ligas; Roberto Osuna, quien se catapulta a convertirse en uno de los mejores cerradores de la actualidad.
Fue el lunes 11 de abril del 2011, cuando el juvenil serpentinero de los Diablos Rojos del México subió a la loma de la catedral del beisbol en Coahuila, en lo que fue su debut dentro de la Liga Mexicana de Beisbol, para enfrentar a los Saraperos de Saltillo, donde demostró su potencia al momento de lanzar.
Fue en la baja de la octava entrada, cuando Osuna ingresó al centro del diamante en sustitución de Irwin Delgado. Su primer oponente fue José “Chapo” Amador, a quien dominó rápidamente por la vía del ponche, su primer como profesional.
Gabriel Martínez fue su segundo oponente, a quien dominó con rodado a la primera base, y finalizó la entrada con otro chocolate, recetado a José Castañeda. El público en las gradas del Madero se quedó sorprendido por la velocidad de su recta, que llegó a alcanzar las 97 millas por hora con apenas 17 años de edad.