Era 15 de septiembre de 2021, Rubén Rocha Moya aún no asumía la Gubernatura, pero deslizaba nombres de su Gabinete en Sinaloa para suceder a Quirino Ordaz Coppel, incluido cambios en órganos autónomos
Reforma
Culiacán, México.- Era 15 de septiembre de 2021, Rubén Rocha Moya aún no asumía la Gubernatura, pero deslizaba nombres de su Gabinete en Sinaloa para suceder a Quirino Ordaz Coppel, incluido cambios en órganos autónomos.
Juan José Ríos Estavillo, un hombre que llegó a la Fiscalía del estado en 2017 paralelamente a Quirino como Gobernador, se despidió, presentó su renuncia al Congreso del Estado y se fue.
El nombre de Sara Bruna Quiñónez Estrada retumbó en Sinaloa con fuerza por dos motivos. El primero fue porque aún era Jueza, una cercana a Enrique Inzunza Cázarez -quien fue presidente del Poder Judicial 10 veces en 11 años-, la mano derecha del Gobernador Rocha Moya y entonces virtual Secretario general de Gobierno.
La segunda, por haber sido la persona que juzgó duramente a ocho ex funcionarios del Gobierno del Estado por actos de corrupción.
Sus posturas eran reacias, críticas incluso a los Fiscales a cargo de los casos y a sus jefes que aceptaron en todos y cada uno de ellos arreglos para salidas alternas.
Sara Bruna logró posicionarse como la “Jueza de Hierro”, admirada por organizaciones civiles, víctimas y cámaras empresariales.
En septiembre de 2017, mientras Ríos Estavillo renunciaba, ella se jubilaba del Poder Judicial y se posicionaba como la favorita. Rocha Moya mandó una terna al Congreso local, donde en una votación unánime decidieron designarla como la primera mujer Fiscal de Sinaloa.
La primera prueba de ácido ocurrió en agosto de 2023, cuando la Unidad de Inteligencia Patrimonial y Económica de la Fiscalía -un símil de la Unidad de Inteligencia Financiera- inició una carpeta de investigación contra Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y fundador del Partido Sinaloense, por presunto enriquecimiento inexplicable.
Cuén Ojeda fue hasta el pasado 25 de julio el mayor opositor de Rubén Rocha Moya.
Sara Bruna Quiñónez Estrada confió las investigaciones en Nereyda Avilez, designada como Fiscal Anticorrupción, pero esta renunció al cargo sin mayor explicación, sólo que prefería un retiro anticipado, tras 25 años de servicio.
La Fiscalía General del Estado decidió mantener las investigaciones y una a una se fueron presentando. Actualmente, todas se encuentran en fase de investigación complementaria.
La noche del 25 de julio tuvo su segunda prueba sobre su capacidad para llevar un caso de alto nivel: fue asesinado Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Quiñónez Estrada inició una carpeta de investigación y el 29 de julio compareció ante los medios de comunicación para leer un comunicado, en el cual se relató que Cuén Ojeda había sido asesinado en un intento de robo de vehículo, que tenía como prueba principal la declaración de un muchacho que estuvo con él todo el 25 de julio y que sus dichos eran prácticamente suficientes.
15 días después, esa versión se diluyó. Una carta de Ismael “El Mayo” Zambada García, detenido el 25 de julio en EU, criticaba la versión de la Fiscal, afirmando que Cuén murió en el mismo lugar donde fue secuestrado.
La FGR atrajo el caso y, tres días después, presentó un listado de 10 hallazgos elementales que demostraron un tratamiento incorrecto en la investigación por el asesinato.
Pasaron 12 horas de ese comunicado hasta que Rocha dio a conocer que él recomendó, a través de una llamada de 5 minutos, renunciar, acción que fue aprobada ayer por el Congreso del estado.