EU.- Estados Unidos decidió ampliar el procesamiento de solicitudes de asilo del programa “Quédate en México” a casos cerrados o desestimados por la administración de Donald Trump, lo que abre la posibilidad de que miles de migrantes tengan una nueva oportunidad de recibir protección humanitaria, confirmó el Departamento de Seguridad Nacional, DHS (en inglés).
La nueva medida se pondrá en marcha desde hoy y forma parte de un “esfuerzo continuo para restaurar el procesamiento seguro, ordenado y humano” de solicitantes de asilo en la frontera con México, explicó DHS en un breve mensaje.
Beneficiará a personas con casos “que fueron dados por terminados o fueron desestimados in absentia”, es decir, que se cerraron porque los migrantes no se presentaron a las audiencias.
No está claro cuántas personas podrán beneficiarse de esta nueva medida para esperar su proceso de asilo en territorio estadounidense pero, como mínimo, unas 10 mil, estimó Michele Klein Solomon, directora regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, una de las agencias de la ONU que colabora en este proceso.
No obstante, este cálculo puede quedarse corto. Según el centro de investigación Transactional Records Access Clearinghouse de la universidad de Siracusa, que tiene datos actualizados al mes de mayo, podría beneficiar a 34 mil 528 migrantes, más de 27 mil 800 que no se presentaron a su audiencia y más de 6 mil 600 cuyos casos fueron rechazados.
Lo que no está claro es dónde están esas personas pero la mayoría podría haber vuelto a sus países de origen.
Dado que cruzar México es un viaje peligroso para los migrantes, que siempre son acosados por los cárteles, la administración de Joe Biden está considerando trasladar hasta Estados Unidos a los beneficiarios de la nueva medida, igual que ha hecho para reunir a las familias separadas por la política de “tolerancia cero” de Trump, indicó un funcionario de DHS que pidió el anonimato porque la decisión no es pública todavía.