De los recados se pasó a los levantones para bajar a quienes buscan cargos municipales, flanco olvidado en los protocolos de seguridad del árbitro electoral y Gobernación.
Milenio
En algunas entidades, el crimen organizado ya comenzó a desplegar sus estrategias de presión hacia partidos políticos y aspirantes, para definir quiénes pueden participar en el proceso electoral y quiénes deben bajarse. Desde “recados” a través de terceros, mensajes a líderes partidistas locales, llamadas directas y hasta ‘levantones’ exprés a aspirantes, para advertirles que desistan de participar en las elecciones y con advertencias de no denunciar formalmente.
MILENIO confirmó que partidos políticos de todos los colores, ya tienen documentados casos a nivel municipal, en los que células de los cárteles de la droga han comenzado a operar en distintos niveles de gravedad, en la escena electoral. Por lo que se busca que el Instituto Nacional Electoral amplíe las facultades de la mesa de seguridad interinstitucional, para recibir denuncias personales pero con garantía de anonimato, que lleguen directo a las instancias de seguridad federal y eviten el asesinato de más aspirantes.
Los estados que presentan un foco rojo por ser en donde se han presentado los casos más graves son Zacatecas, Guanajuato y Guerrero, con intervención de personajes que se presentan como representantes del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación, ante la disputa de ambos grupos delictivos en estas entidades.