Parte 3
Lo narrado hasta aquí podría parecerle a usted, querida lectora, amable lector, una serie de datos dispersos carentes de sentido, pero nada más alejado de la realidad; Recuerde de lo que hablábamos en la primera parte de esta serie de artículos: del derroche presupuestal. Pues en el recuento de los daños, “Dos Bocas” ha costado la friolera de 360 mil millones de pesos, sin producir una gota de gasolina; la incompetencia y corrupción en la CFE, le han costado al Erario más de 50 mil 719 millones; el arrebato de cancelar el NAIC, en el mejor de los casos, costó 113 mil millones pues, en el peor, el chistecito nos salió a los mexicanos en 331 mil 996 millones, a los que se deben sumar los 116 mil millones del AIFA; el Tren Maya, ha acumulado un gasto de 299 mil 367 millones sin contar con un plan de negocios que demuestre su viabilidad; y PEMEX, la empresa del ramo más grande, ineficiente y corrupta de todos los tiempos (de las principales empresas petroleras del mundo es la más ineficiente e improductiva, pues es la que tiene más personal, pero también la que tiene menos ventas y producción por empleado[1]), solamente durante 2021, registró pérdidas por más de 224 mil millones de pesos.
Pues bien, si usted suma cada una de estas barbaridades, el costo total, por increíble que parezca, asciende a la estratosférica cantidad de un billón 162 mil 694 millones de pesos; en tanto, el presupuesto que pidió el INE para el 2022 asciende a la suma de 24 mil 649 millones 593 mil 972 pesos; es decir, aproximadamente, apenas, un 2.1% de lo que la estupidez, el entreguismo, la ceguera, la mediocridad, la vileza, la ignorancia y la megalomanía de un individuo senil le ha costado al país (a eso descuéntele los casi 5 mil millones que, injustificadamente, le quitó la Cámara de Diputados).
En resumen, y comparado con sus excesos, despropósitos y caprichos, todo lo que se diga del INE en boca de AMLO no es más que basura; máxime que ha sido el INE el responsable de reconocer todos y cada uno de los triunfos electorales que MORENA, con sus malas artes (incluido el auxilio del crimen organizado) ha obtenido en los últimos cuatro años.
En contraste, militarizar al país tiene al día de hoy costos, directos e indirectos, imposible de calcular. Es un hecho que el presidente López Obrador ha hecho del Ejército mexicano su gran brazo constructor, pues como la propia Secretaría de la Defensa Nacional reconoció públicamente, en cuanto llegó a la Presidencia, AMLO se dio cuenta de la disciplina que muestra el Ejército y su capacidad para la construcción aún en circunstancias donde el tiempo no es el mejor aliado: “Desde entonces, las encomiendas para el Ejército mexicano no han parado, cada mes surgen nuevas tareas en materia de infraestructura que mantienen a las Fuerzas Armadas ocupadas y diversificando su influencia en la administración pública […] Dentro del entramado de obras insignia que el Ejército tiene, destacan tres proyectos de suma importancia para parte de la consolidación del proyecto político del presidente de la República”.[2]
Le doy un solo dato: mientras el ejército no paga impuestos ni genera mano de obra (riqueza indirecta), el sector de la construcción (uno de los más importantes de cualquier economía a nivel mundial) en el ámbito nacional, está en quiebra. La pandemia provocó un colapso que puso en riesgo el empleo de casi medio millón de trabajadores.[3] De hecho, más de 3 mil micro, pequeñas y medianas empresas de la industria de la construcción “han cerrado ante lafalta de ingresos y liquidez originado por la pandemia del coronavirus en México”;[4] crisis a la que debe sumarse el factor inflacionario: “La inflación en los materiales para la construcción de hasta 15 por ciento anual en abril complicará la recuperación del sector hasta el 2023 […] la cadena de efectos inflacionarios en la industria que se vive actualmente es resultado de los impactos de la pandemiay de los cortes en la cadena de suministro desde el 2021”.[5]
En pocas palabras, un gobierno más irresponsable e insolidario como el que encabeza Andrés Manuel López Obrador, no se había visto desde la época de la Revolución Francesa, cuando se cortaban cabezas como melones, empezando por la de quienes hicieron posible que los verdugos y sicarios llegaran al poder.
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Luis Villegas Montes.
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[1] Artículo de la redacción titulado: “Pemex, la más ineficiente entre las principales empresas petroleras del mundo: CEESP”, publicado el 28 de agosto de 2008, por la revista Proceso.
[2] Artículo de Emmanuel Carrillo titulado: “El Ejército, el gran constructor de la 4T; AMLO le encarga 2 obras más”, publicado el 25 de febrero de 2022, en Forbes. Visible en el sitio: https://www.forbes.com.mx/ejercito-el-gran-constructor-de-la-4t-amlo-le-encarga-2-obras-mas/ Consultado el 10 de diciembre de 2022 a las 11.45 hrs.
[3] Artículo de Juan Luis Ramos titulado: “Rumbo a la quiebra, 2 mil 400 constructoras”, publicado el 20 de abril de 2020, por el periódico El Sol de México.
Artículo de Juan Luis Ramos titulado: “Rumbo a la quiebra, 2 mil 400 constructoras”, publicado el 20 de abril de 2020, por el periódico El Sol de México.
[4] Artículo de Fernando Navarrete titulado: “Cierran más de 3 mil constructoras originado por crisis del COVID-19, afirma la CMIC”, publicado el 07 de mayo de 2020, por el periódico El Financiero.
[5] Artículo de Fernando Navarrete titulado: “Constructoras se ‘desploman’: prevén recuperación hasta 2023”, publicado el 08 de junio de 2022, por el periódico El Financiero.