La última vez que los Yankees tuvieron, sin discusión alguna, al mejor lanzador de su liga fue hace 43 años. Su nombre era Ron Guidry y el zurdo tuvo una temporada que muchas veces se olvida cuando hablamos de las mejores para cualquier abridor, incluyendo a Sandy Koufax, Tom Seaver, Steve Carlton, Bob Gibson, Jim Palmer y cualquier otro que quieran mencionar. Guidry, conocido como el Relámpago de Louisiana porque eso era exactamente lo que era, terminó con récord de 25-3 en 1978 y eso es apenas el punto de partida con el ganador del Premio Cy Young.
Guidry tuvo efectividad de 1.78 aquel año. Tiró nueve blanqueadas y 16 juegos completos. Ponchó a 248 bateadores, dio apenas 72 bases por bolas y permitió 187 hits en 273.2 entradas. Y cuando Bob Lemon, el manager, no sabía a quién poner a abrir en el partido de desempate de la División Este de la Liga Americana contra los Medias Rojas – conocido por siempre como el Juego de Bucky Dent— Guidry tomó la pelota con tres días de descanso y también se llevó la victoria aquel día. Hizo todas esas cosas, a pesar de ser tan delgado como un palillo dientes.
Los Yankees han tenido algunos abridores famosos desde entonces. Roger Clemens llegó al Bronx y lanzó como una estrella, aunque aquello fue después de sus tiempos como el mejor de la liga. Los Yankees tuvieron a David Cone, Andy Pettitte y Mike Mussina. CC Sabathia fue un espectáculo en su primera campaña en la Gran Manzana, un verdadero as. Fue quien estuvo más cerca de ser ese caballo que podría ser Gerrit Cole. Uno como Guidry. Pero incluso CC nunca fue el mejor lanzador en la Liga Americana durante sus años en los Yankees.