“Lo quiero decir como es y con todas sus letras: todo lo dicho hoy en la mañana es muy penoso, muy desalentador, porque en una circunstancia tan crítica como la que vive el país, en medio de tanto dolor en el que se necesitan liderazgos responsables que ayuden a curar las heridas, a la armonía y la unidad, hoy el presidente y sus colaboradores se comportaron como navajeros de barrio”. Son éstas las palabras de El Paisita ante el terrible nuevo golpanazo emergido de la mañanera. Mueve a risa, no hay de otra, que el gobernador se queje. En pocas palabras, le dieron una sopa de su propia medicina y le hace caras y gestos. Ya no produce efecto alguno su discurso vano, plagado de mentiras y adjetivos absurdos, la verdad de las cosas. Rijoso, intolerante, abusivo, autoritario, agresivo y pendenciero, ahora se queja de los navajeros de barrio. Así son las cosas, ni modo según se mira el declive de la administración estatal. Es tremendo escuchar al gobernador decir eso, en serio, cuando ha sido el peor tirano que jamás se haya conocido en la historia de Chihuahua.
HUGO Aguirre, el alcalde de Guachochi, avanza contra la corriente pero no suelta los remos. Su proyecto político ha ido in crescendo con la idea de emparejar y adelantar al caballo del carril de enseguida. En su discurso, el edil de la sierra subraya que no es un aspirante surgido de las cúpulas y eso le ha dado buen resultado al parecer. Ciertamente, Hugo forma parte del priísmo de base, que ha sabido esperar el momento oportuno para sacar la cabeza. También sabe cuándo entender que no es propicia determinada situación política. Se ha disciplinado cuando no le toca y ha apoyado incluso a sus rivales políticos en aras de la unidad y la institucionalidad, hoy tan deterioradas pero tan necesarias en la vida política actual. Sabe que, como se escribió líneas arriba, rema a contracorriente, pero, bueno, así es la política. Omar Bazán es amigo de Alejandro Moreno, el líder nacional del tricolor, y también de Rubén Moreyra, el líder de los priístas en San Lázaro. Sin embargo, el aspirante confía en que la objetividad y la necesidad de emerger imperen entre los dirigente a la hora de tomar las decisiones trascendentales en Chihuahua.
CORRAL anticipó ayer a los alcaldes que vinieron al evento de la entrega de patrullas, el cambio de semáforo. Sin llorar, el estado volverá al color rojo por el estado que guardan las cosas en la pandemia del coronavirus, les dijo en una reunión efectuada en palacio al término del acto. Los ediles se quedaron mudos por el anuncio pero nadie dijo nada, sabedores de la gravedad que contextualiza al estado entero de Chihuahua. El tema es y será por supuesto la capacidad hospitalaria y la atención a los pacientes con covid. No puede culparse a una administración, la verdad de las cosas, por el cauce que toma el río del coronavirus, aún a pesar de las malas decisiones que politizaron la salud en su momento. Dónde puede haber responsabilidad es en la falta de previsión para recibir la crisis de contagios que hoy se vive y de la que todos dicen seguirá en aumento. Así que sin mayor preámbulo habrá que estar preparados para regresar al rojo; dicen que Corral hará ya el anuncio y que el lunes aplica en toda la entidad, si no es que este mismo viernes. Estamos al rojo vivo.
LA FOTO que circula del senador Cruz Pérez y Rafael Espino es de febrero del 2018. El equipo del consejero de pemex empezó a difundirla como si se tratara de una novedad. No se sabe bien a bien cuál pueda ser el propósito de hacerla circular en las redes sociales como si hubiera sido ayer. Ya entrados en gastos, los del pérez cuéllar team hicieron lo mismo y echaron campanas al vuelo. Ciertamente no ha existido una mala relación entre ambos morenistas. De ningún lado salen chispas cuando se encuentran y por el contrario se saludan amistosamente con la debida cortesía política y la civilidad a que les obliga ser militantes del mismo partido. Además, a estas alturas del partido político que se juega en la entidad, ni caso tiene pelearse por algo que no está en sus manos. ¿O será alguien tan ingenuo para pensar que no está ya la decisión tomada?
NUEVAMENTE enviaron saluditos a El Paisa desde la mañanera con motivo del agua. Además de politiquero y electorero, le dijeron intransigente. Quién sabe cómo es que conoce tan bien amlo al gobernador. Usar el tema de la batalla del agua para favorecer un candidato y un partido, no tiene nombre, porque puso en riesgo a la población, eso es cierto. Además, en la mañanera, pusieron con zoom el documento en el cual Corral estampó su firma al estar de acuerdo en pagar el agua a los estados unidos. Roberto Velasco Alvarez, titular de una dirección de la secretaría de relaciones exteriores, le dio tremenda exhibida a El Paisita. Le puso el cuatro de firmar y luego dijo que el mandatario chihuahuense no tiene palabra. Porque, como decía Artemio Iglesias Miramontes, para el rajado no hay ley. Se ponen su sombrero, sus camisas de cuadros, sus botas vaqueras y empezaron a encabezar movimientos, complementó López Obrador. Así que, al hacer un nuevo acuerdo con estados unidos para pagar el agua, amlo le mandó saluditos a Corral. En pocas palabras, le quitó la bandera de su dizque lucha y le desfondó en sus propósitos políticos, electoreros y que en su momento pretendieron ser usados para extorsionar a la federación.
ASÍ QUE ahora la gran pregunta consistiría en saber si Corral podrá proteger a todos los que embarcó en la gran aventura de enfrentar a amlo. El presidente le dio la vuelta al intento de extorsión de Corral, hizo acuerdo para pagar rodeando al estado y cambió con eso el escenario de la relación. Ahora se colocará sobre la mesa la denuncia sobre los funcionarios públicos y productores distinguidos –la oligarquía de la nuez- que participaron en la revuelta. No es cosa menor, ojo, porque se trata del delito de sabotaje, entendido éste como la acción para dañar, destruir, perjudicar o ilícitamente entorpecer vías de comunicación, servicios públicos, funciones de las dependencias del estado, organismos públicos descentralizados, órganos constitucionales, órganos autónomos y plantas siderúrgicas. Imagínense cómo andarán El Ranchero Chido Arturo Zubía, el diputado Jesús Valenciano, que ya mero acaba en el congreso, Mario Mata, que busca la reelección, Salvador Alcántar, el que vino a soltar toda la sopa y otros tantos más. Las penas son de 4 a 20 años de cárcel, para el delito de sabotaje, pero en caso de ser funcionario público quien comete el delito, se agrava de 5 a 40 años de cárcel. Por si los quieren revisar, son los artículos 140 y 145 del ordenamiento penal federal. ¿O hará Corral diputados a todos los que le ayudaron en la revuelta para evitar ser detenidos con el fuero?