Denuncian extranjeros que ‘coyotes’ los intimidan para que no ‘calienten la zona’
El Diario de Juárez
Grupos dedicados al tráfico de personas intentan controlar el cruce irregular hacia Estados Unidos, a través de las puertas del muro fronterizo ubicadas en El Paso, en donde han amenazado a los migrantes para que “no calienten la zona”, según sus propias narrativas.
Bajo la reserva de su nombre, un hombre de origen venezolano relató que “los del cártel te quitan las pinzas, vienen y las retiran. Dicen que si quieres cruzar les tienes que pagar a ellos pa’ que ellos corten la cerca… o pa’ que tú la cortes, pero igual les tienes que pagar pa’ poder pasar”.
Narró que al llegar a la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, él caminó desde el marcador internacional número 36 hasta el número 40, en donde se unió a un grupo conformado por nueve personas más, una de las cuales traía unas pinzas para cortar el cerco de púas levantado por la Guardia Nacional de Texas en el bordo del río Grande.
Otro grupo de migrantes también traía unas pinzas con las que buscaban hacer un “hueco” entre las púas, pero pasaron tres hombres mexicanos y les quitaron las pinzas bajo amenazas de que ellos eran “del cártel” y que no querían que “les calentaran” el lugar.
Dijo que uno de los tres hombres vio que el grupo del venezolano también tenía unas pinzas bajo una cobija, pero no les dijo nada a sus compañeros, y poco después regresó para decirles que lo había conmovido el niño con el que viajaban, pero que tenían que esconderlas porque si regresaban los otros dos hombres, entonces sí se las quitarían también a ellos.
Según el migrante, los “coyotes” ofrecieron prestarles las pinzas según el número de personas, por “200, 300 (dólares)”, pero ellos prefirieron no pedirles más información y les dijeron que no tenían dinero.
Aunque cada vez es más frecuente que los migrantes lleguen a la frontera con pinzas para poder cortar el muro de púas del gobernador Greg Abbott, han narrado que hombres los recorren a los principales puntos de cruce para retirarlos de ciertos puntos de la frontera, a donde no quieren que se acerquen las autoridades.
“De la 45 nos corren, allá no podemos llegar, porque allá están ellos, está el cártel”, dijo un migrante sobre el marcador internacional número 45, ubicado a la altura del puente internacional Zaragoza.
Otros narraron haber sido alejados de la zona de la Plaza de la Mexicanidad hasta la calle Arizona, en donde les dicen que no pueden estar “porque es donde trabajan ellos”.
De acuerdo con el informe Perfiles y modos de operación de personas facilitadoras del tráfico ilícito de migrantes en América Central, México y República Dominicana, realizado por la Organización Internacional para la Migraciones (OIM) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc por sus siglas en inglés), muchas veces las redes delictivas y las personas traficantes individuales se ven obligadas a pagar estas sumas, las cuales suelen transferir a las personas migrantes.
“El denominado ‘derecho de piso’, ‘jale’ o ‘derecho de tránsito’ hace referencia al cobro por parte de grupos criminales, como cárteles de droga y pandillas, para permitir el cruce por territorios controlados (…) La falta de pago de este, tanto por parte de redes y personas traficantes como de las personas migrantes, puede tener graves consecuencias”, indica el documento.