Cualquier gobernante que se jacte de ser buen administrador, y aun más, un estadista, porque al final de cada período fiscal le sobren algunos pesos se puede estar engañando, porque la economía de los recursos básicos contrasta con la necesidad a la que están dirigidos. Por el contrario, si se utiliza eficientemente el recurso y se generan ahorros en rubros de menor importancia para la administración pública, entonces estaremos dando un doble paso hacia delante.
Y lo que es peor, se podría caer en subejercicio, por falta de proyección o de una planeación inadecuada. No se trata únicamente de ahorrar, sino de eficientar el recurso, aplicarlo donde corresponde, atendiendo siempre las necesidades más apremiantes y apuntalando el desarrollo de la ciudad, el estado o país, según se trate.
Pero hay una excepción donde el ahorro está justificado, donde no implica incumplimiento de los planes y programas de desarrollo, donde por el contrario, se promueve la armonía en la distribución de los recursos y con ello el crecimiento, en nuestro caso, de la ciudad.
Y con ello no estamos descubriendo el hilo negro, lo sé, pero sí es una muestra clara de buena voluntad y compromiso de un servidor y nuestro equipo de trabajo por mejorar nuestra función y evitar a toda costa el derroche de recursos.
Hablamos aquí de eficiencia de recursos y de reorientación de presupuestos, como lo hicimos hace unos días en el Gobierno Municipal de Ciudad Juárez, donde logramos un ahorro de 92.4 millones de pesos en los primeros tres meses del año y propusimos al Honorable Cabildo ampliar el Presupuesto de Egresos, para darle cabida a dicha cantidad que servirá para generar más inversión en temas de amplia necesidad para nuestra frontera.
Se trata de un ahorro de 46 millones de pesos en el gasto corriente en el primer trimestre de este 2022, es decir, menos viáticos, gasolinas, comidas, celulares, etcétera, capital extra que se traducirá en más obras y servicios. Además de 46 millones 412 mil 950 pesos que se obtuvieron adicionalmente por la eficiencia de la recaudación de impuestos.
Lo anterior no implicó el incremento de impuestos, sino hacer que se elevara el padrón de contribuyentes o se ajustara la tasa de quienes durante mucho tiempo evadían su responsabilidad para con el Municipio.
Tampoco adelgazamos el presupuesto de programas prioritarios, ni de ningún tipo, no se redujo el apoyo a los grupos sociales, por el contrario se incrementará a varios sectores para que sigan aportando su talento a la ciudad. No hay reducción a la seguridad, salud, ni a ningún área sensible de la administración municipal, se trata de menos gasto corriente, una reducción que prometimos desde campaña. Porque lo debo decir, había mucho desperdicio, en viáticos, comidas, transporte, lujos, que estamos eliminando y dejando solo lo esencial.
En este año no se han adquirido vehículos oficiales nuevos como cada inicio de administración, no hay remodelaciones innecesarias, ni tampoco gastamos millones en pintura para hacer notar a la actual administración, pintamos donde se necesita pintar, ese es el principio.
A esto debe añadirse la reducción paulatina del 10 por ciento al gasto corriente que prometimos desde el inicio de nuestra administración, precisamente para ampliar la inversión del Municipio en beneficio de las y los juarenses, y que comenzamos a reducir en el presente ejercicio fiscal.
Naturalmente la propuesta presentada al Cabildo fue como un refresco para propios y extraños, porque regularmente los cambios que se solicitaban en años y décadas anteriores eran para ampliar los gastos del presidente y sus funcionarios, en esta ocasión estamos avanzando en la transformación de nuestro municipio, como lo exigen los tiempos actuales.
La reorientación de esos 92.4 millones de pesos quedó definida de la siguiente manera:
10 millones 648 mil pesos para el arrendamiento de 10 unidades de auxilio vial que estarán en funcionamiento durante ocho meses en este año; 31 millones 460 mil se destinarán en más obra pública; dos millones 14 mil pesos, para el Modelo Nacional de Desarrollo Rural Sustentable; ocho millones se reorientarán para la organización y desarrollo de la Universiada Nacional 2022, que tiene como sede nuestra frontera y la UACJ como anfitriona. Adicionalmente, se aplicará un subsidio de 11 millones de pesos para el Instituto del Deporte.
Una prioridad que debía atenderse con mayor ahínco es la rehabilitación de infraestructura para escuelas de nuestra frontera, por lo que se destinarán 23 millones 540 mil pesos.
Frente a la crisis que enfrentan varias familias que se asentaron en el vaso del dique denominado Pico del Águila, se destinarán dos millones de pesos de este ahorro para su reubicación; también instalaremos el Sistema de Wifi público en la Plaza de la Mexicanidad y la Plaza de la Catedral, con una inversión de un millón 430 mil pesos.
Finalmente, destinaremos un millón 320 mil pesos como subsidio adicional para el Instituto de la Juventud donde se incentiva a diario la participación de jóvenes en proyectos culturales, deportivos y académicos; y casi un millón de pesos como apoyo para el Consejo de Animalistas “Somos tu voz”, quienes realizan una labor extraordinaria en el cuidado de animales en toda la ciudad.
Como puede apreciarse el esfuerzo vale la pena, porque realmente se impulsa un equilibrio en el gasto público y es fundamental que el fruto de la austeridad republicana se note no solo en el discurso, sino en los hechos, no únicamente en las campañas proselitistas e inicio de cada período fiscal, sino a cada paso de la administración.