Estudio de UTEP llama a aprovechar situación de la región, de poder adquirir bienes en dos países
De la Redacción/El Diario de El Paso
El Paso, Texas.- La pandemia del nuevo coronavirus ha provocado interrupciones superpuestas en la cadena de suministro internacional y trastornos secuenciales del mercado laboral.
La inflación en mayo alcanzó un 8.6 por ciento acumulado en Estados Unidos en un año, la mayor cifra desde 1981, lo cual ha despertado temores de recesión entre mercados y la población en general.
Con la credibilidad por los suelos, la Reserva Federal (Fed) incrementó la tasa base de interés en 0.75 por ciento la semana que acaba de concluir, el mayor movimiento alcista desde 1994 por parte del Banco Central.
Ante este panorama de incertidumbre, una publicación de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), el Barómetro de Negocios del Borderplex, ofrece en su edición número 2 del volumen 6, una serie de consejos para enfrentar el alza imparable de bienes y servicios, dadas las condiciones particulares de la región integrada por El Paso, Juárez y Las Cruces.
“Los residentes de Borderplex de cualquier lado de la frontera internacional también pueden beneficiarse de la geografía económica local única. Buenas ofertas están disponibles en ambos lados del Río Grande”, señala el texto publicado por los investigadores Thomas y Steven Fullerton, de la Facultad de Economía de UTEP.
Precisa que mientras se mantenga el cumplimiento de las leyes federales en ambos países, los ahorros de precios están al alcance de los clientes locales, aquellos que cruzan la frontera para realizar transacciones en Estados Unidos y México.
“Esos ahorros sólo pueden aproximarse de manera imperfecta a través del comercio electrónico por parte de los residentes de otras regiones que luego enfrentan altos costos de envío y manejo”, señala la publicación.
Alberto Tobías, residente del Este de El Paso, conoce esta dinámica de manera fehaciente. Cada semana por su trabajo cruza dos o tres veces a Juárez y sabe qué bienes y servicios comprar en cada ciudad para maximizar su presupuesto familiar.
“Ahora pongo gasolina del otro lado, algo que no me hubiera imaginado hace unos años, incluso hace un mes. Traigo algo de medicinas y mandado, pero aquí compro agua y otras cosas que siguen más baratas”.
Fronterizo de segunda generación, Tobías no tiene empacho en contar que ha tenido que recurrir al banco de alimentos en El Paso para completar sus gastos. Acude una vez a la semana a diferentes locaciones, recibe su despensa y así sólo compra lo que no le dan.
“Esta semana me dieron tres galones de leche. Uno se lo pasé a mi familia de Juárez, porque a mí se me echaría a perder, creo que de esa manera aprovechamos las ventajas que la frontera nos ofrece”, precisó el hombre que también maneja un Uber.