Los Presidentes Joe Biden y Xi Jinping llegaron a acuerdos en temas clave como combate al fentanilo y comunicación militar
José Díaz Briseño/Agencia Reforma
San Francisco.- El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, intentó ayer marcar un nuevo tono en la relación de las dos economías más grandes del mundo al recibir en California a su homólogo chino, Xi Jinping, y anunciando acuerdos en áreas militares, antinarcóticos y de inteligencia artificial.
Guardando el lugar de su encuentro como un secreto hasta minutos antes de iniciar, Biden y Xi llegaron a una villa privada de más de 260 hectáreas al sur de San Francisco donde la intención principal fue estabilizar una relación que en los últimos años ha estado marcada por la competencia estratégica.
“Creo que es primordial que usted y yo nos entendamos claramente, de líder a líder. Sin conceptos erróneos ni faltas de comunicación”, dijo el estadounidense al recibir al Mandatario chino en la Mansión Filoli, donde luego de sesiones de trabajo ofreció un menú que incluyó pollo rostizado al estragón y pastel de merengue y almendras.
Ocho meses después de que la Fuerza Aérea estadounidense derribó un supuesto globo espía chino, Biden y Xi buscaron modificar el tono de una relación marcada por graves roces de años recientes que incluyen la limitación a las exportaciones de tecnología de EU a China y diferencias respecto a la isla de Taiwán.
“El planeta Tierra es lo suficientemente grande para que los dos países tengan éxito, y el éxito de un país es una oportunidad para el otro”, dijo Xi, quien sin embargo enfrenta los retos de una difícil recuperación económica en China tras la pandemia del Covid-19 con inestabilidad inmobiliaria y desempleo.
A pesar del nuevo tono, Biden y su delegación -con la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, como principal interlocutora-, y Xi y su entorno -encabezado por el Consejero Wang Yi- fueron francos y directos en temas donde persistieron diferencias como las sanciones comerciales y la venta de armas a Taiwán.
Previo al inicio hoy de la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en San Francisco, Biden y Xi alcanzaron de acuerdo con los informes de ambos Gobiernos un entendimiento en tres temas que buscan estabilizar las líneas de comunicación bilateral.
Según el Gobierno estadounidense y la agencia estatal china Xinhua, el primer acuerdo alcanzado fue la reanudación de la cooperación antinarcóticos entre ambos países que según Biden ayudará a detener los envíos de precursores químicos desde China a los cárteles mexicanos que producen fentanilo.
“Con este nuevo entendimiento, estamos tomando medidas para reducir significativamente el flujo de precursores químicos y prensas de píldoras desde China al hemisferio occidental”, dijo el Presidente estadounidense en una conferencia de prensa en la que Xi, fiel a su costumbre, no estuvo presente para presentar sus ideas.
En segundo lugar, la Administración Biden logró una de sus principales prioridades para reiniciar los contactos militares de alto nivel y evitar así confrontaciones graves en lugares como el Mar del Sur de China en un momento en que hay ya dos graves conflictos bélicos en Medio Oriente y en Ucrania.
“(Xi y Biden) acordaron restablecer la comunicación de alto nivel entre los dos Ejércitos sobre la base de la igualdad y el respeto”, dijo la agencia estatal de noticias china Xinhua sobre el contenido del acuerdo.
Bajo el sol californiano de la Mansión Filoli -conocida por aparecer en la serie estadounidense Dinastía-, Xi y Biden alcanzaron un tercer acuerdo en el plano de la inteligencia artificial estableciendo conversaciones para analizar los riesgos de su despliegue así como formas para mejorar su seguridad tecnológica.
De acuerdo con analistas del Council on Foreign Relations de EU (CFR, en inglés), el encuentro bilateral entre Biden y Xi buscaba abrir canales de comunicación gravemente dañados en meses y años pasados en un momento en que ambos países iniciarán un año 2024 que probará ser clave en EU y también en Asia.
En primer lugar, la isla de Taiwán, a la que por décadas China ha considerado una provincia propia, sostendrá elecciones presidenciales en enero de 2024 y el propio Biden enfrentará en noviembre del mismo año un intento de reelección para un segundo mandato en un momento en que las encuestas lo colocan en desventaja.