¿Cómo enfrentar a Trump?
Luis Javier Valero Flores.- Sin duda alguna, lo mejor es recurrir al derecho internacional y, al mismo tiempo, negociar hasta donde se pueda.
Ciertamente estamos en desventaja frente a un hombre que amenaza con usar el tremendo poder que poseen los EU, pero tendrá que dejarlo y el mundo regresará a los acuerdos, por encima de las imposiciones.
Cuando Trump se haya ido los litigios internacionales se resolverán, mayoritariamente, a favor de los agredidos por la política trumpiana.
China le ha respondido a EU en dos frentes: Con la imposición de aranceles y sendas denuncias en los organismos internacionales.
México está en ventaja pues en dos de los temas controvertidos con EU existen sendos tratados internacionales. Claudia Sheinbaum está en la obligación de exigirle a Trump el respeto a ellos.
La política arancelaria del presidente norteamericano es violatoria del TMEC, por lo tanto, México debe interponer los recursos legales ahí contemplados y no solo estar esperando los tiempos, pausas y modos de la negociación impuestos por Trump, quien en la mañana elogia a la presidenta y en las tardes nos impone nuevas medidas agresivas.
Si en materia comercial hay opiniones diversas del cómo enfrentar los aranceles de Trump, en el Tratado Internacional de Aguas y Límites (TILA), que regula las aguas de los ríos Colorado y Bravo, no las debiera haber.
El Tratado establece claramente las medidas a tomar, de acuerdo a las circunstancias que se presenten. Además, creó el organismo binacional, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), encargada de regular las aguas y las controversias.
Derivado de los acuerdos del TILA se construyeron dos presas internacionales (La Amistad y Falcón) que contienen el agua acumulada por ambos países, que está bajo la jurisdicción de la CILA.
Todo lo anterior le impide a los mandatarios -y a cualquier otra autoridad- cambiar los aspectos están contemplados en el Tratado. A menos que se cambie.
A su vez, le impide a la presidenta Sheinbaum -o a Conagua, o la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales- decidir sobre las entregas o recepciones del agua sujetas al TILA, sin tomar en cuenta a la CILA.
Por ello sorprendió que la presidenta Claudia Sheinbaum informara, al día siguiente de las exigencias de Trump, que «… a los agricultores de Texas, que son quienes están pidiendo el agua, va a haber una entrega inmediata de un número determinado de millones de metros cúbicos que se puede dar de acuerdo con la disponibilidad de agua que exista en el Bravo». (Nota de Reforma, 12/4/25).
Además, agregó estar buscando «… otras alternativas para, técnicamente, poder cumplir con el Tratado». (Ibídem).
No hay otra alternativa, por fortuna, que cumplir con lo establecido en el Tratado.
La ley es la ley y, en materia de las aguas del Colorado y del Bravo, lo establecido en el TILA tiene rango constitucional. Las autoridades solo pueden hacer lo que ahí está escrito.
Según el tratado de 1944, México está obligado a entregar «430 millones de metros cúbicos de agua por año, o 2,150 millones de metros cúbicos en cinco años…». (TILA, 1944).
Esta distribución se realiza en ciclos de cinco años, y en caso de sequía extrema, el mismo Tratado establece que si en el quinquenio no se cumple con la cifra, entonces se abre un nuevo plazo hasta el siguiente quinquenio para completar el volumen de agua.
En los últimos años México no ha entregado la cantidad correspondiente porque no hay agua.
En el ciclo actual, que comenzó en 2020, México ha entregado alrededor de una cuarta parte de lo que debe para el período quinquenal que termina en octubre de 2025.
Por ello es que no les asiste la razón a Trump y sus compañeros de Texas. El plazo para pagar vence en 2030.
Más aún, ni siquiera este año se ha vencido el plazo anual. Termina el 24 de octubre y aún quedan, no solo la temporada de lluvias -que se avizoran escasas- sino la de ciclones y pudiera darse el caso de que se presentara una situación como la del 2024 en la que la tormenta tropical «Alberto» llenó algunas presas de Nuevo León y Tamaulipas.
Luego de que autoridades estatales y municipales de Coahuila y Tamaulipas mostraran su desacuerdo con la entrega de agua de las presas internacionales -Falcón y La Amistad- a EU, poniendo en riesgo, no la viabilidad del próximo ciclo agrícola, sino la del consumo doméstico de varias ciudades fronterizas de Coahuila, la presidenta Sheinbaum informó que su gobierno está en diálogo con los gobernadores de Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua para establecer un acuerdo conjunto que permita determinar cuánta agua se puede entregar a Estados Unidos sin afectar a los productores nacionales.
¿Acaso no tiene en sus manos el reporte, tanto de la CILA, como de Conagua, en la que los almacenajes de ambas presas no rebasan el 13% y que, por tanto, es imposible extraerles cantidad alguna de agua?
La presidenta mintió.
«Autoridades estatales y municipales Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas rechazaron la medida de la presidenta Sheinbaum, quien sostuvo que era “falsa” la cesión de recursos hídricos a EU». (Nota de Andrés Rodríguez, El País, 15/4/25).
Previamente, «Emilio de Hoyos, alcalde de Ciudad Acuña, denunció la extracción de agua (que) pasó de 18 a 120 metros cúbicos por segundo de la presa La Amistad, que cuenta con una capacidad de 12.7% y que pondría en riesgo el abastecimiento para el consumo de esa población». (Ibídem).
Insistió la presidenta: «Es falso que no haya acuerdo con los gobernadores o que se esté cediendo de más». (Ibídem).
Pero las informaciones son contundentes. El gobierno mexicano movió varias de sus piezas para entregarle agua a EU, a pesar de las condiciones de extrema sequía existentes en el norte del país:
«El delegado regional de la Conagua, Luis Carlos Alatorre, planteó usar agua de la Presa El Cuchillo, principal fuente de abasto en el área metropolitana de Monterrey, para abonar al adeudo del líquido que México tiene con Estados Unidos, afirmaron ayer agricultores de Tamaulipas. Marco Antonio Garza, dirigente del Distrito de Riego 026, del norte de Tamaulipas, aseguró que la propuesta se hizo en una reunión la semana pasada. “Y entonces le dije: ‘Nosotros no vamos a permitir por ningún motivo pasar agua”». (Nota de Benito López, Reforma, 18/4/25).
Por otra parte, «… El vocal del Consejo de Cuenca del Río Bravo, Jorge Luis López Martínez, señaló que personal de la Conagua confirmó que México sí adelantará la entrega de líquido a Estados Unidos, violando con ello el Tratado de 1944 en el que se precisa que el 24 de octubre vence el plazo. “Ya está confirmado y parte del agua que se trasvasa de la presa La Amistad será entregada en forma anticipada e ilegal sin atender la declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum de que las entregas serían en el marco de Tratado”, dijo vía telefónica». (Nota de Camelia Muñoz, Apro, 15/4/25).
De acuerdo con esa informacion, desde el domingo 13 de abril se efectuó la transferencia de agua, desde la Presa La Amistad, en Ciudad Acuña, a la Falcón en Tamaulipas, la que terminaría el 23 del mismo mes, con lo que sumarían 150 millones de metros cúbicos en total, «con lo cual se afectará de forma considerable el almacenamiento en el vaso que se ubica en el estado de Coahuila». (Ibídem).
No solo lo anterior, la presidenta informó que estudian la cantidad de agua que podrían entregar, «según el volumen que acumulen las presas en el resto del año, dependiendo de la temporada de lluvias». (Ibídem).
¡Por favor, que alguien le diga a la mandataria que la fecha límite es el 24 de octubre de cada año y que ese cálculo se hace con base en las cifras de la CILA!
Ambos gobiernos violan lo establecido en el tratado, uno exigiendo la entrega del agua antes del término del actual ciclo y el otro intentando, por todas las vías posibles, sacar agua de donde no la hay, hasta poniendo en riesgo el abasto doméstico.
¿Qué van a ‘estudiar’? ¿Que debemos esperar el fin de la temporada de lluvias a resolver si el plazo se amplía hasta el año 2030?
Defender la vigencia del Tratado es esencial para los chihuahuenses, para evitar que, como en el pasado, la autoridad federal pretenda extraerle agua a las presas de Chihuahua «para pagarle a los norteamericanos», a pesar de que no está contemplada para ello.
El TILA es clarísimo al respecto, el agua que le corresponde a EU son los escurrimientos, es decir, la «… tercera parte del agua que llegue a la corriente principal del río Bravo (Grande) procedente de los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y Arroyo de Las Vacas..». (TILA).
No más.
Columna de Plata de la Asociación de Periodistas de Cd. Juárez (APCJ): 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023