•Sheinbaum en el Zócalo: Seguiremos colaborando con usted, presidente Trump.
•EE.UU.: Por las buenas o por las malas,… se acabaron los “abrazos”.
•La salud en México… cada vez más lejos de la de Dinamarca.
Continúa, bajo el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, el uso de las prácticas populistas que instauró su inmediato antecesor y mentor político, el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Con un Zócalo capitalino lleno mediante la inversión de millones de pesos para trasladar gente de diversos lugares del país, la mandataria realizó una “asamblea informativa”, en la que supuestamente daría a conocer al pueblo las medidas que tomaría ante la aplicación de aranceles impuesta por el presidente estadounidense, Donald Trump, a las exportaciones mexicanas hacia EE.UU.
Sin embargo, dicha “asamblea informativa” se convirtió en un acto político distinto al originalmente planteado, ya que previamente el presidente Trump había concedido a México un mes más de gracia para la aplicación de los temidos y controversiales aranceles. No obstante la desactivación del objeto inicial de la “asamblea”, ello no fue obstáculo para que la presidenta y Morena, su partido político, llevaran a cabo uno más de sus actos de publicidad y mercadotecnia político-electoral, como lo viene haciendo la autollamada “4T” desde hace seis años, cuando su fundador y líder moral instauró estas prácticas populistas, mediante las conferencias mañaneras.
Sin ocultar la preocupación que le causa la eventual imposición de los aranceles el próximo 2 de abril, Sheinbaum dijo que confía en que éstos no se apliquen, y reiteró la colaboración que su gobierno ha estado efectuando con el de Estados Unidos en materia de combate al tráfico de fentanilo. Aunque, tal como lo ha venido haciendo por razones ideológicas, una vez más omitió hablar de la participación de México en la contención del flujo de migrantes ilegales hacia Estados Unidos; esta colaboración del gobierno mexicano también ha sido importante para que Trump haya decidido aplazar la entrada en vigor de los aranceles, pero Sheinbaun prefiere no hablar de ello.
Así, además de haberse convertido en un acto propagandístico para Morena, el multitudinario pero innecesario mitin ordenado por Sheinbaum, y financiado con dinero de todos los mexicanos, también tuvo por objeto enviar a Trump un claro mensaje de continuidad en las políticas de colaboración, pues en su alocución la presidenta expresó: “decirle al pueblo estadounidense que no tenemos intención alguna de perjudicarlo y estamos dispuestos a colaborar con él”.
Las recientes declaraciones de Ronald Johnson, nuevo embajador de Estados Unidos en México, revelan el tono diplomático con el cual el ex militar y ex integrante de la CIA ha comenzado su diálogo político con nuestro país, pues ha dicho que la primera intención de EE.UU. es efectuar en colaboración con el nuestro cada acción que se ejecute para combatir a los grupos de la delincuencia organizada que operan en México. Sin embargo, el discurso de Johnson deja ver con claridad que hay una segunda intención, la cual, de manera tácita, implica que en caso que el gobierno de Sheinbaum se niegue a cooperar con el de Estados Unidos -como indebidamente lo hizo en su tiempo el expresidente Andrés Manuel López Obrador-, los estadounidenses actuarían por su cuenta -como ya lo hicieron en el caso de “El Mayo” Zambada, olbilgados por la intencional desidia de López Obrador-. Esto demuestra que el gobierno de Donald Trump, como los gobiernos de Morena, también tiene un Plan B, pero, a diferencia de los de la 4T, los planes B estadounidenses sí suelen llevarse a cabo, y son altamente profesionales y efectivos. Con los gringos no se juega,… así que, por las buenas o por las malas, terminó la estrategia de “abrazos y no balazos”.
En México el riesgo de muerte por infecciones intrahospitalarias, contraidas en hospitales del IMSS, ISSSTE y otros servicios médicos, creció después de la pandemia de COVID-19. Antes de dicho acontecimiento morían por ese tipo de contagios 14 de cada 100 personas que ingresaban a esos centros médicos para la práctica de una cirugía o algún otro tratamiento que requiriera hospitalización, y hoy la cifra es de 20%. Estos datos han sido divulgados recientemente en un artículo que la periodista de investigación, Alejandra Crail, publicó en El Universal, y que revelan lo lejos que estamos de Dinamarca en materia de salud -y en todas las demás-, a pesar de que el expresidente Andrés Manuel López Obrador prometió que en su sexenio nuestro país tendría un sistema de salud igual o mejor que el de esa nación europea. Una evidencia más de las mentiras vergonzosas del populismo que hoy ofende a México.
Miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, A.C.