Citando fuentes oficiales, CNN confirmó que la CIA desplaza drones en territorio mexicano, aeronaves no artillada del tipo MQ-9 Reaper usadas en misiones contra terroristas en Somalia y Yemen. Otro medio influyente, The New York Times, explicó que son desplazados en nuestro país desde la administración Baiden para espiar a los cárteles de la droga, cuya presencia aumentó en el gobierno actual.
Los reconocimientos aéreos son noticia corriente en ambos lados de la frontera, pero nuestra señora presidenta encuentra las versiones parte de la “campañita”. Así, lacónica y molesta, respondió fuera de micrófono esta mañana, interrogada sobre el tema. Está enfadada, claramente le molestan las versiones sobre drones, aviones de reconocimiento y buques militares fondeados frente a nuestras costas, pero no sabe qué responder con credibilidad y por eso intenta minimizarlo llamándolo “campañita”.
Quedó atrapada en sí misma, postula una narrativa patriotera machacando con el “colaboración si, subordinación no”; “no somos protectorado de nadie”; “México es un país soberano” y la narrativa completa bien aprendida de su antecesor y repatea en el hígado que el gobierno de los Estados Unidos despliegue aeronaves en territorio nacional y sus agencias se regodeen informándolo. La desmienten y exhiben su debilidad como gobierno.
Su trauma es que no puede hacer nada para evitarlo, mejor sería aceptar la realidad que intentar disimularla. La misma CIA ha reconocido que reportan al gobierno mexicano los datos obtenidos por drones, cuyo fin es detectar laboratorios clandestinos y frecuencias de comunicación usadas por las bandas. Obviamente hay un acuerdo aceptado en la sordidez de la oscuridad, que la presidenta quiere mantener oculto. Le resulta inadmisible aceptar que fuerzas del imperio ya operan en nuestro territorio.
¿Estamos en la antesala de Colombia durante la guerra de Pablo Escobar, cuando la DEA entró al país con tecnología de punta para ubicar y asesinar al temido capo que tanto daño causó a los colombianos? No soy especialista en temas de seguridad, sin embargo los drones y aviones que hoy sobrevuelan territorio nacional me recuerdan a los usados por la DEA en la persecución contra Escobar.
Si los Estados Unidos ya entraron con aeronaves y, que se sepa, el gobierno mexicano autorizó el ingreso al país de diez especialistas norteamericanos para capacitar a militares mexicanos, el segundo paso sería crear un cuerpo de élite dedicado exclusivamente contra los capitanes del crimen. De ser el caso, ¿Quién sería el Teniente Coronel Aguilar Naranjo, encargado de las operaciones contra Escobar?. En México tenemos a nuestro García Harfuch, ahora en estrecha comunicación con las agencias gringas.
Mucho sufrirán la presidenta y el país por la herencia de muerte que recibió del innombrable avecindado en Palenque (¿o está en Cuba?), concentrado en crear una dinastía política llevando a su hijo Andrés López Beltrán a la presidencia del país. Dejó crecer a los grupos criminales hasta ocupar amplias franjas de territorio nacional y corromper con dinero manchado en sangre a los niveles más altos del poder. Hoy CSP no tiene más que doblarse ante el insolente y poderoso presidente Trump.
Por más que la presidenta repita como estribillo que “colaboración si, subordinación no”, su patética realidad es que ella misma es la primer subordinada, incondicional. Presidenta, vamos a cruzar la frontera con drones, desde luego ¿Por mar o tierra?. Ambos, perfecto, pasen como en su casa. Presidenta, vamos a ubicar y desmantelar laboratorios clandestinos, claro, nos avisan cuales para borrarlos de nuestro catálogo; presidenta, que García Harfuch se ponga a nuestras ordenes, faltaba más, ¿sólo él o también los generales?.
¿Cómo durmió el tlatoani? A pierna suelta, feliz sabiendo que sigue mandando a través de Andy, Adán, Monreal y una legión de rencorosos babeantes por llevarnos al colapso nacional.
Rompeolas
Es necesario que, desde los mandos más altos, le bajen dos rayitas al abuso y prepotencia de la Guardia Nacional. Si en Palacio de gobierno asumen desplantes inadmisibles, imagínelos en las brechas contra cualquier ciudadano. ¿Están en Chihuahua para combatir a los criminales o están para esquilmar al pueblo?. En años pasados tuvimos mucho con el impresentable de Facundo Rosas, no permitamos que ahora estos abusones repitan la historia.
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Un calambre le dio el impresentable Martí Batres a Reyes en la mañanera, insinuando corrupción en la Fundación del ISSSTE. Son pequeños borregos distractores, con algo tienen que entretener a su clientela ahora que “la campañita” de los drones toma fuerza. Reyes respondió que no pasada nada y en realidad no pasa, la mañanera es un ejercicio de ventaneo sin seguimiento judicial. ¿Y los 16 mil millones de pesos robados en Segalmex? ¿Cuál Segalmex? ¿Cuáles 16 mil millones? El tlatoani todo lo purificó, sólo detenciones de funcionarios menores y el director libre, gozando de lo robado.
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El alcalde Bonilla ordenó una investigación interna, por el caso de agentes municipales que maltrataron a un colega reportero gráfico. Bien por el alcalde, pero el director de Policía, Julio César Salas, debe ir a fondo, hay que castigar esos abusos contra la libertad de expresión.
