- El destino de las dictaduras.
- Rutilio Escandón: en el gobierno de Sheinbaum, por decisión de López Obrador.
- Trump: fortalece el cerco de halcones para supervisar a Sheinbaum.
La reciente caída del régimen de Siria, encabezado por el depuesto presidente Bashar al-Ásad, es una muestra del destino de las dictaduras. Luego de 24 años al frente de la presidencia de su país, y 13 años después de la guerra civil desatada en 2011 para derrocarlo infructuosamente con un saldo de más de 500 mil muertos, el pueblo sirio por fin logró derrotar a las fuerzas del tirano apoyadas por Rusia e Irán, por lo que al-Ásad se vio obligado a huir con rumbo a Rusia, donde finalmente obtuvieron asilio él y su familia.
Hoy la incertidumbre parece enseñorearse sobre esa atribulada nación, que durante décadas fue gobernada por el autoritarismo y la ausencia de respeto a los derechos humanos. Sirva este ejemplo para todas las tiranías -consolidadas o en ciernes- que hoy imperan en latinoamérica y otras partes del mundo; los dictadores deben estar conscientes del fin que les espera, pues tarde o temprano la justicia, la libertad, la democracia y los derechos humanos terminan por imponerse.
La decisión tomada por la presidenta Claudia Sheinbaum, para incorporar a la nómina federal a Rutilio Escandón, exgobernador de Chiapas, tiene todo el tufo de intervención del ex presidente Andrés Manuel López Obrador para salvar del ostracismo político al exmandatario estatal, no obstante el controversial desempeño de Escandón mientras estuvo al frente del gobierno de su Estado, al que según evidencias periodísticas dejó con una estela de desórdenes administrativos y corrupción, además de la grave inseguridad por todos conocida. A pesar de estos antecedentes Rutilio Escandón -quién es amigo de Andrés Manuel López Obrador- fue nombrado Cónsul de México en Miami, posición desde la cual se desenvolverá con un perfil relativamente bajo, y sin un papel protagónico en el gobierno de Sheinbaum. Le buscaron a Escandón ese acomodo fuera de los reflectores debido a su mal trabajo como gobernador y sus cuestionables antecedentes. Mala decisión, sin duda, la de Sheinbaum, pero no tenía opción de negarse, pues atendió a una indicación de su mentor Andrés Manuel López Obrador.
La asignación del militar Ronald Johnson como próximo embajador de Estados Unidos en México, es una clara demostración de la desconfianza de aquél país hacia el gobierno mexicano, ya que durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se debilitaron sensiblemente las instituciones, quedando nuestro país sumido en la inseguridad e ingobernabilidad. Johnson es ex miembro de las boinas verdes del ejército estadounidense, así como ex integrante de la CIA.
No se requiere un análisis muy complejo para entender que el perfil del nuevo embajador refleja en forma clara la intención de Donald Trump, para escrutar en forma minuciosa todo lo que acontezca o deje de suceder en México durante los siguientes años, no solo en materia política sino también respecto a las acciones que el gobierno de Claudia Sheinbaum emprenda en el renglón de seguridad. Así, a las recientes presiones y amenazas vertidas por Trump respecto al incremento de aranceles a las exportaciones mexicanas y sobre la revisión del Tratado de Comercial México-EE.UU.-Canadá, se viene a sumar el nombramiento de un embajador especializado en tareas de inteligencia, seguridad y estrategia militar. Se está fortaleciendo el cerco de halcones implementado por Trump para monitorear a Sheinbaum.