«Le eliminaron órdenes de aprehensión (a Yunes) antes de que él concediera y cediera… y las diera»: Mario Vázquez, senador de la república.
En una sola sesión de la Cámara de Senadores, varios de sus integrantes, los más destacados de ellos, nos ofrecieron resumidamente, en unos cuantos instantes, estampas que retratan al México de hoy y, por desgracia, no solamente a los miembros de la clase política.
En un país en el que los feminicidios y los crímenes de odio siguen a la alza, en el que la violencia verbal es la muy delgada línea que la separa de la física y en el que las justificaciones a las actitudes, posturas y hechos violentos son el pan de cada día.
Más aún, el país en el que los integrantes de uno de los organismos del Estado Mexicano que debiera ser el súmmum de las cualidades de los gobernantes y al que el organismo internacional del futbol (FIFA) lo ha castigado severamente por las expresiones homofóbicas lanzadas por los aficionados en los partidos de la Selección Mexicana, uno de los senadores utilizara una de esas frases en el debate y que luego la justificara -fue al calor del debate, dijo- nos ‘regalaron’ la evidencia plena que son portadores de esas conductas perniciosas en la sociedad mexicana.
Le llaman la Cámara ‘Alta’ a la de senadores, pues vaya ejemplo que dan.
Y es que la ofensa no pudo ser mayor cuando Mario Vázquez le espetó a Miguel Angel Yunes que «las había dado». Para un macho mexicano, que se siembre la menor duda acerca de su hombría constituye un inaceptable insulto.
¡¡¡¿Cómo que las ‘dí’?!!!
-Y como eso se cobra de inmediato, mi nuevo líder, el de a de veras, el que sí me entiende, sin que yo se lo pidiera, como de rayo, se puso a mi lado y prestos nos fuimos a cobrar la afrenta, aquí, o como cuando éramos chamacos, afuera de la escuela, en el callejón o en el terreno -¡A la salida nos vemos, ‘culeis’!
«Donde te vea te voy a partir la madre», «te espero allá afuera culero», le gritaba Yunes a Vázquez cuando regresaba a su escaño al tiempo que el más entrón de los tabasqueños, el cuasi hermano del expresidente se quitaba el saco y le hacía segunda a Yunes en la gritería.
Vázquez anuncio que presentaría una demanda por las agresiones ¿Como para qué? ¿A poco cree que los desaforarían para someterlos a juicio?
Mancillada la honra de uno de los «suyos», -porque los Yunes ya son de esa clase política, de los de la 4T- como pandilla de pubertos, un grupo de morenistas, lidereados por el coordinador de los senadores, Adán Augusto López Hernández, se aprestó a rescatarla, si fuera necesario, a golpes, o como fuera, -po’s al cabo diosito santo nos proveyó de lo necesario para enfrentarnos a quien sea-, en el terreno que quiera.
Y, claro, que para eso somos bien fregones, a mentadas de madre -las que se puedan- y amenazas de todo tipo, las que fueron replicadas sin más trámite.
En tanto, paradojas, no de la vida, sino de la política mexicana, al micrófono el presidente del senado, el cuatroteísta Gerardo Fernández Noroña, quien tantas veces protagonizó desaguisados semejantes en las dos cámaras, llamaba desganadamente al orden a sus ‘compañeros’.
Ajá.
Y luego vinieron las justificaciones, las explicaciones, las que llevadas al resto de la sociedad encuentran su paralelo en los temas más dolorosos.
¿Cómo entender que quienes debieran ser lo contrario, en sus conductas, a las peores de la sociedad, sean tan fieles representativos?
Así se justifican todos los actores de este desaguisado.
«haber, en el debate, dicho una frase, por supuesto en el calor del debate. Jamás he pretendido como servidor público y como representante popular afectar a las personas…»: Mario Vázquez.
«Al calor del debate», se dicen cosas, dice el panista Mario Vázquez; «Fue mi instinto», justifica el morenista Luis Fernando Salazar; en cualquier terreno les respondo, dice el neomorenista Miguel Angel Yunes quien me «falte al respeto, senador o no sea senador, aquí o afuera, tendrá una respuesta, yo tomé la decisión de apoyar a la presidenta Claudia Sheinbaum, apoyar a México y nadie me puede criticar. No me voy a dejar».
«Fue mi instinto… Mi reacción fue sumamente normal, como quien defiende a su equipo»: Luis Fernando Salazar, senador morenista que le entró al ‘quite’, en respaldo a su coordinador López Hernández, cuando éste encabezó el operativo al rescate de la ‘honra’ de Yunes.
«Lamentablemente se dio un conato de bronca que no debió haber ocurrido, pero resulta que el senador Vázquez, del PAN, agredió y faltó al respeto a nuestro compañero Miguel Ángel Yunes. Este se acercó a él para pedirle que se disculpara por la grave falta de respeto (sic), y en eso llegó Vargas y vi cómo intentó agredir a nuestro coordinador, Adán Augusto López», relató en su cuenta de X.
Todavía más, argumentó que si jaloneó en el Pleno al panista Enrique Vargas fue porque «así se lo dictó su instinto y porque tenía que defender a su coordinador, Adán Augusto López Hernández». (Nota de Mayolo López, El Universal, 6/12/24).
La misma actitud pendenciera mostró López Hernández, quien una vez terminado el zipizape reafirmó que «tengo una diferencia con Vázquez y se lo sostendré en la cara, aquí, afuera o donde él quiera».
Lo dicho, a la salida nos vemos.
¡Ah, pero todos son bien portados! -«Entiendo que la violencia jamás será la respuesta ni la solución, pero esto haría yo para defender a quienes considero mi equipo y casi casi mi familia. Eso haría por mis compañeros. Y fue mi instinto al ver que estaban por agredir a un compañero, para intentar protegerlos y defenderlos». (Ibídem).
Y sí, tiene razón Mario Vázquez, al quejarse de que fue agredido «verbal y físicamente por el coordinador de Morena, Adán Augusto López, y el senador Miguel Ángel Yunes Márquez», pero en todas las ocasiones que abordó el tema públicamente se justificó, sin parar mientes en que su expresión era homofóbica, como si entregarse a otra causa política se equiparara a una de las frases coloquiales-homofóbicas más deleznables que es la de ‘entregar’ los glúteos.
Y que en ese lenguaje homofóbico entregarse a otra causa equivale a perder la honra.
¡Híjole, hasta la FIFA va mucho más adelantada que nuestros ínclitos senadores!
-Me ofusqué, me ofusqué, diría en alguna de sus interpretaciones, Antonio ‘Toño’ Aguilar.
Frases semejantes se les escucha a los maridos golpeadores, a los feminicidas, a los actores de un enfrentamiento en la calle por un percance automovilístico, a los vecinos enfrascados en alguna riña.
¡Me ofusqué!
No, no hay justificación posible para ninguno de los actores de tan execrable espectáculo.
Se merecen.
No fue el único.
En el otro episodio carnavalesco (que, como cantaba Joan Manoel Serrat, si no fueran tan dañinos nos darían risa), el de Fernández Noroña y Javier Corral, en el que el acento se ha puesto en el malagradecimiento del chihuahuense, también sin parar mientes en una cosa aún más grave, infinitamente más seria, la de la aceptación de la violación de la ley por la 4T, siempre y cuando sea para ‘salvar’ a los de casa, o más bien, preferentemente, a las nuevas adquisiciones.
El presidente (Noroña) de la Cámara de Senadores dijo, literalmente, que habían ‘salvado’ a Corral de la cárcel, es decir, que sabían de la causa en su contra, de la existencia de la orden de aprehensión y de la obligación de las autoridades de la CdMx de colaborar con las de Chihuahua a fin de ejecutarla para que Corral fuera a la cárcel a responder ante los jueces de las acusaciones y demandas en su contra.
Con Corral actuaron tardíamente, pero con los Yunes fueron aún más lejos.
Les prometieron que si se iban a la 4T les quitarían las órdenes de aprehensión. Ya no las tienen y ahora los defienden como si hubieran sido la semilla originaria de Morena en Veracruz.
Y todavía hablan de ser los portadores del nuevo ‘humanismo’ mexicano.
Po’s mexicano, sí, pero nuevo, nuevo, lo que se dice nuevo…
Fe de erratas.-
En el artículo «El colmo, multas por violar las filas», publicado el jueves 5 de los corrientes, está equivocado el número de vehículos en Chihuahua, es de un millón 700 mil vehículos, no los 36 mil citados, y que son, apenas, una cuarta parte de los de la CdMx y una sexta de los del EdoMex.
Columna de Plata de la Asociación de Periodistas de Cd. Juárez (APCJ): 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023
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