Se acabaron los abrazos / ¿Habrá combate real? / Los perritos de La China / Julio perdido
POR LO MENOS lo más claro de la nueva estrategia de seguridad pública para el país presentada ayer, es que ya no habrá abrazos para los delincuentes y que ahora sí habrá un enfrentamiento real al crimen organizado y también al desorganizado.
De entrada, es un rompimiento con la estrategia de López Obrador en donde de alguna manera se presentó el fenómeno de cohabitación con grupos de delincuenciales, a quienes se les brindó no solamente abrazos; se les permitió el crecimiento y diversificación, la captura de pueblos y comunidades con un inmerecido trato humano, bajo la premisa de que también son seres humanos.
Significa que en realidad, nunca hubo una estrategia de seguridad por lo menos de combate; la impunidad creció como nunca y el “acusarlos con sus abuelitos”, tuvo como respuestas 200 mil muertes y más de 50 mil desaparecidos, en el sexenio trágico que acaba de concluir.
La nueva estrategia presentada durante La Mañanera por Omar García Harfuch, tiene como objetivo principal el combate a los grupos de crimen organizado y disminuir el número de homicidios en el país bajo cuatro ejes:
Atención a las causas; Consolidación de la Guardia Nacional; Fortalecimiento de inteligencia e investigación y la Coordinación con el gabinete de seguridad.
Se crea una estructura paralela de investigación e inteligencia y el fortalecimiento de las fiscalías y sus agentes ministeriales, para el desarrollo de los cuatro ejes.
La estrategia deberá rendir frutos a mediano plazo, así se planteó; pero también, si existe voluntad real, se tendrán que evaluar día a día los avances; México ya no resiste otros tres años con igual o más violencia e inseguridad.
ME PARECE que sumando los dedos de los pies y las manos no alcanzarían para hacer un listado de más de 20 problemas de amplio espectro, que aquejan a los chihuahuenses y que merecen la atención, análisis y debates en el Congreso local, para buscarles una solución o ser parte de ella, desde el argumento parlamentario.
Por desgracia no ocurre así, o por lo menos, en dos que tres diputados locales. Veamos:
América Aguilar del PT quien le gusta estar de manera virtual en las sesiones, cuando estar es mucho decir, votó hace unos días en tres ocasiones un mismo asunto, pero en diferentes sentidos.
Increíble, sólo le faltó abstenerse de votar, “osease”, que en todo estaba, menos en la sesión; tampoco en misa.
Ayer el diputado del PAN, Carlos Olson, propuso hacer una modificación al Reglamento de Vialidad, para que se les entreguen placas especiales a los vehículos clásicos; es decir, una distinción especial para los ricos del pueblo, lo que en realidad no tiene sentido, salvo que él sea un coleccionista.
Pero ya que andamos en temas de “gran calado legislativo”, la legisladora Nancy Frías, La China, propuso una adición a la Ley de Bienestar Animal, para que se considere a las mascotas o los animales en general, como seres sintientes.
Resulta muy tierno y hasta romántico, sólo le faltó proponer, que se les considere seres racionales, pero es mejor no dar erróneas ideas, no vaya a ser que las tome.
Cuál sería el fondo de la iniciativa para colocar en la constitucional estatal, que los animales son seres sintientes, la verdad no se ve por dónde, cuando todo mundo sabe que los animales, efectivamente son seres que sienten, léase sensibles. Pero bueno, cada quién.
PARECE que ayer fue un día de desacierto o de contradicciones; lo que no es lo mismo, pero da la misma.
El buen comisario Julio Salas, el director de Seguridad Pública Municipal, aseguró que cadáveres localizados en El Sauz, no estaban en El Sauz.
Si la siguiente pregunta de precisión fue: entonces, ¿en dónde estaban?; supondríamos que la respuesta sería, que en el municipio vecino de Ahumada o hasta de Aldama; serían lo más cercano a El Sauz.
Pero no, la explicación es que estaban “muy lejos de El Sauz, en unos cerros”, los que pertenecen a este Seccional, que es parte del Municipio de Chihuahua. O sea, estaban en El Sauz.
Ojalá que sólo se haya tratado de una traición nerviosa, un lapsus y no un desconocimiento geográfico del Municipio, eso sí sería gravísimo para el Jefe Salas.