Los fiscales revelaron nueva información en un memorando para persuadir a un juez federal de detener indefinidamente a Ryan Routh mientras espera juicio
New York Times
Florida.- El Gobierno federal presentará un cargo de intento de asesinato contra un hombre acusado de merodear con un arma cerca de donde el expresidente Donald Trump jugaba golf en Florida la semana pasada, dijeron los fiscales en una audiencia judicial el lunes. Entre las pruebas del gobierno, dijeron, había una nota que el sospechoso había escrito dando a entender que había planeado el ataque.
Esta acusación —que los fiscales dijeron que presentarían ante un gran jurado— conllevaría una pena máxima de cadena perpetua.
El juez Ryon McCabe, del Tribunal Federal de Distrito de West Palm Beach, Florida, accedió el lunes a la petición del gobierno de mantener al sospechoso, Ryan Routh, en prisión sin fianza. Hasta ahora, Routh ha sido acusado como criminal por posesión ilegal de un arma de fuego, que conlleva una pena de hasta 15 años de prisión, y de posesión de un arma de fuego con el número de serie borrado.
Los abogados defensores de Routh habían argumentado que su cliente no presentaba riesgo de fuga y no suponía una amenaza grave para la comunidad, pero McCabe no estuvo de acuerdo.
En una declaración publicada por su campaña el lunes, Trump acusó al Departamento de Justicia y al FBI de “mal manejo y minimización del segundo intento de asesinato contra mi vida desde julio”. Calificó los cargos contra Routh de “tirón de orejas” y dijo: “¡Que Florida se encargue del caso!”.
La semana pasada, el gobernador Ron DeSantis de Florida, republicano, dijo que el estado llevaría a cabo su propia investigación sobre lo sucedido, caracterizando la investigación federal como insuficientemente transparente y tal vez sesgada contra Trump.
En la audiencia judicial del lunes, que duró casi tres horas, Mark Dispoto, un fiscal adjunto de los Estados Unidos, argumentó que Routh se había instalado en “nada menos que un nido de francotiradores” para apuntar al expresidente, mientras que las defensoras públicas federales de Routh cuestionaron ampliamente la solidez de las pruebas del gobierno.