Es evidente que la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), misma que en acatamiento a las indicaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador está siendo llevada a cabo por los legisladores federales de MORENA y sus aliados, tiene como propósito fundamental impedirnos a los mexicanos el acceso a la información sobre el manejo que se ha dado al dinero por parte de la actual administración lopezobradorista.
El daño no es solo ese, pues por instrucción del mandatario también están en proceso de extinción otros importantes organismos autónomos como la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL), el Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y la Comisión Nacional para la Mejora de la Educación (MEJOREDU). Todo esto refleja el claro interés de López Obrador por eliminar los contrapesos constitucionales garantes en materia de transparencia y respeto al derecho humano a la información; competitividad y modernización económica, energética y de telecomunicaciones; desarrollo social y mejoramiento educativo, que resultan indispensables para impulsar el progreso económico y social de los mexicanos, así como para generar dentro y fuera de nuestro país la credibilidad y certidumbre necesarias para la atracción y retención de inversiones nacionales y extranjeras.
Lo mismo puede decirse de la reforma al Poder Judicial, mediante la que se establecerá el voto popular como mecanismo de elección de juzgadores. Es innegable que todos estos cambios significan una ruptura con los estándares de gobernanza que hoy imperan en las democracias del mundo, cuyos gobiernos respetan y hacen valer los derechos humanos de los ciudadanos así como los principios democráticos y las libertades cívicas y económicas en los que tales derechos se sustentan. Con notoria irresponsabilidad México está siendo arrastrado de manera acelerada hacia una lamentable involución social, política y jurídica, que socavará de manera considerable, y quizá durante largo tiempo, los derechos humanos, la libertad y la democracia que nos corresponde ejercer a los mexicanos. El equivocado camino en el que Andrés Manuel López Obrador ha puesto México, quedará registrado como el más grave error político de nuestra historia.
Kamala Harris, vicepresidenta de EE. UU. y candidata por el Partido Demócrata a la presidencia de ese país, continúa levantando altas expectativas en el electorado y la opinión pública norteamericanos, pues de manera sorprendente ha superado en las preferencias a su adversario, el ex presidente y candidato republicano Donald Trump. Los sondeos de las principales casas encuestadoras colocan a Harris con dos o tres puntos porcentuales de ventaja sobre Trump; por otro lado, en cuestión de recaudación de fondos para su campaña, la candidata demócrata ha impuesto un record histórico al reunir una cifra cercana a 500 millones de dólares en solo un par de meses. Los indicios parecen augurar que en las elecciones del próximo otoño Estados Unidos tendrá en Kamala Harris a la primer presidenta de su historia.
Miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, A.C.