Desde que terminó su campaña de reelección el 21 de julio, Biden dijo que no tenía “ningún problema grave” con su salud, pero agregó que la máxima prioridad tenía que ser derrotar al ex Presidente Donald Trump
Washington DC, Estados Unidos.- El Presidente Joe Biden dijo en una entrevista que se transmitió el domingo que había abandonado su candidatura para un segundo mandato porque no quería crear “una verdadera distracción” para los demócratas, pero no expresó dudas sobre si aún podría hacer el trabajo, a pesar de las preocupaciones sobre su edad y capacidad.
En su primera entrevista desde que terminó su campaña de reelección el 21 de julio, Biden dijo que no tenía “ningún problema grave” con su salud, pero agregó que la máxima prioridad tenía que ser derrotar al ex Presidente Donald Trump.
“Debemos, debemos, debemos derrotar a Trump”, le dijo a Robert Costa en “CBS Sunday Morning”.
El Mandatario atribuyó su decisión de hacerse a un lado a la presión de su propio partido, pero no ofreció nuevos detalles sobre los dramáticos días previos a su sorprendente anuncio.
“Varios de mis colegas demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado pensaron que les iba a hacer daño en las contiendas”, dijo.
“Y me preocupaba que si me quedaba en la contienda, ese sería el tema. Me entrevistarían sobre por qué Nancy Pelosi dijo eso, por qué lo hizo, y pensé que sería una verdadera distracción”.
Dijo que inicialmente tenía la intención de ser un puente hacia la próxima generación al postularse a la presidencia en 2020.
“Cuando me presenté por primera vez, pensé que sería un Presidente de transición”, dijo.
“Ni siquiera puedo decir cuántos años tengo. Me resulta difícil decirlo de mi boca. Pero las cosas se pusieron en movimiento tan rápido que no sucedió”.
Aunque habría tenido 86 años al final de un segundo mandato si hubiera ganado de nuevo, Biden sugirió que originalmente había decidido buscar la reelección porque veía a Trump como una amenaza singular a la que había que detener. Citó el apoyo que recibió el ex Presidente por parte de los supremacistas blancos y se refirió a las manifestaciones mortales en Charlottesville, Virginia, en 2017 que, según él, lo inspiraron a presentarse como candidato en 2020.
“En todas las otras ocasiones en que el Ku Klux Klan ha estado involucrado, llevaban capuchas para no ser identificados”, dijo Biden.
“Durante su presidencia, salieron de esos bosques sin capuchas, sabiendo que tenían un aliado. Así es como lo interpreto. Sabían que tenían un aliado en la Casa Blanca. Y él los defendió”.
El Presidente prometió hacer campaña por la Vicepresidenta Kamala Harris y elogió su elección del gobernador de Minnesota, Tim Walz, como su compañero de fórmula.
“Es un gran tipo”, dijo.
“Como decimos, si hubiéramos crecido en el mismo vecindario, habríamos sido amigos. Es mi tipo de persona. Es real. Es inteligente. Lo conozco desde hace varias décadas. Creo que es un gran equipo”.
Negó que su pobre desempeño en el debate, que llevó a los demócratas a presionarlo para que se hiciera a un lado, revelara problemas mayores sobre su capacidad a los 81 años.
“Mira, tuve un día muy, muy malo en ese debate porque estaba enfermo”, dijo.
“Pero no tengo ningún problema grave”.
En cuanto a su propio legado, Biden dijo que esperaba que fuera el de “demostrar que la democracia puede funcionar”, “sacarnos de una pandemia” y “producir la mayor recuperación económica en la historia de Estados Unidos”.
Pero sí expresó cierto arrepentimiento por no haber hecho más para atribuirse el mérito del amplio programa bipartidista de un billón de dólares para reconstruir las carreteras, puentes, aeropuertos y otras infraestructuras del país.