Este organismo supervisa el cumplimiento fiscal y puede retirar dinero de cuentas bancarias por adeudos, multas o irregularidades fiscales
El Servicio de Administración Tributaria (SAT), un órgano dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tiene la responsabilidad de garantizar que las personas físicas y morales cumplan con sus obligaciones fiscales, contribuyendo de manera equitativa al gasto público.
Contrario a la creencia común de que el dinero depositado en una cuenta bancaria está fuera del alcance del SAT, la realidad es que este organismo tiene la facultad de acceder a la información bancaria de los contribuyentes una vez que están registrados con su RFC (Registro Federal de Contribuyentes).
Esto incluye la posibilidad de realizar retiros en caso de adeudos, como multas o irregularidades fiscales.
El SAT puede ordenar a los bancos la transferencia de fondos hasta cubrir el monto de los adeudos fiscales, incluyendo recargos, multas y gastos de ejecución, sin previo aviso al contribuyente.
En un plazo de tres días, el banco informa al SAT sobre los depósitos transferidos a la Tesorería de la Federación.
El contribuyente será notificado del movimiento a través del buzón tributario o directamente en su domicilio fiscal, siempre que el SAT tenga la información de contacto actualizada.
En caso de que el monto retirado sea considerado injusto o incorrecto, el contribuyente puede presentar pruebas ante las oficinas del SAT más cercanas a su domicilio fiscal.
El SAT evaluará la situación y, si corresponde, procederá a devolver el monto en exceso en un plazo no mayor a 20 días.