El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el lunes que esta política protege a los extranjeros
Villahermosa.- “Aquí de nuevo”, dijo Yeneska García con el rostro desencajado en un gesto de incredulidad y la cabeza entre las manos.
Desde que salió de Venezuela en enero pasado para escapar de la crisis, la joven de 23 años atravesó el Tapón del Darién —la selva que divide a Colombia y Panamá—, estuvo a punto de ser secuestrada por un cártel mexicano y esperó durante meses para conseguir una cita para solicitar asilo en Estados Unidos , la cual nunca llegó.
Finalmente cruzó la frontera en mayo, sólo para que las autoridades estadounidenses la expulsaran al poco tiempo.
Ahora está de regreso en el sur de México después de que las autoridades migratorias mexicanas la llevaron en autobús a la ciudad de Villahermosa y la dejaron en la calle.
“Preferiría cruzar el Darien Gap 10.000 veces que cruzar México”, dijo García, sentada en un refugio para inmigrantes, refiriéndose al Tapón del Darién por su nombre en inglés.
La joven se aferraba a una arrugada bolsa de plástico transparente que contenía su documento de identidad venezolano, un inhalador y una manzana, las pocas pertenencias que le quedaban.
Impulsadas por la creciente presión de Estados Unidos para impedir el paso de millones de personas vulnerables que se dirigen hacia el norte, pero sin los fondos para deportarlas, las autoridades mexicanas emplean una táctica tan simple como dura: desgastar a los migrantes hasta que desistan.
Esto significa que los migrantes permanecen en un limbo mientras son detenidos por las autoridades en distintos puntos del país y los dejan a su suerte en las ciudades de Villahermosa y Tapachula, en el sur de México. Algunos han sido enviados de regreso hasta en seis ocasiones.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo el lunes que esta política protege a los migrantes.
“Nos importa mucho mantener a los migrantes… en el sudeste porque la travesía hacia el norte es muy riesgosa”, respondió López Obrador a una pregunta de The Associated Press durante su conferencia de prensa diaria.
Pero los traslados han obligado a los inmigrantes, incluidas mujeres embarazadas y niños, a caer en situaciones aún más precarias. Y es probable que las condiciones empeoren ahora que el mandatario Joe Biden aprobó nuevas restricciones al asilo, aseguran los analistas.
Las medidas implementadas por México explican por qué el número de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México bajó un 40% desde su máximo histórico de diciembre pasado y se mantuvo durante la primavera. Esto coincidió con un aumento en el número de migrantes que se encuentran en México sin autorización legal, según muestran los datos del Instituto Nacional de Migración. Las autoridades estadounidenses atribuyen en gran medida el éxito a la vigilancia de sus contrapartes mexicanas en los patios de maniobras ferroviarias y puestos de control de las autopistas.