Trastornado y sin poder dormir, lo descubren sus pronunciadas ojeras y el rostro mallugado, enloquece frente a la posibilidad, cada vez más obvia, de perder la elección. Entonces vuelve a ser el vulgar porro que se llenó los bolsillos chantajeando al gobierno de Salinas con las plazas llenas. Es patético escuchar al señor presidente de todos los mexicanos proferir una ensarta de insultos por escrito, a la comunidad intelectual que endosó su apoyo a la candidata opositora.
De corridito y sin parpadear, los llamó vendidos o alquilados, vividores al servicio del régimen de opresión, alcahuetes de la oligarquía, vasallos, empleados, serviles, que nunca defendieron al pueblo. ¿En una democracia sincera, qué Jefe de Estado se dirige en términos de odio a los apoyadores de la campaña opositora?. Si, López Obrador, quien se define a sí mismo como gran demócrata, tolerante, sereno, lleno de amor.
Ni Claudia Sheinbaum, su Juanita y proyecto de maximato, tuvo los hígados tan oscuros para insultar así a los académicos, investigadores y artistas firmantes del desplegado en favor a Xóchitl Gálvez. Se conformó con decir que su adhesión carece de importancia por que varios ya estaban trabajando en la campaña opositora y que el voto no cambia con esas firmas, como tampoco cambia con la manifestación del domingo. Mejor para ella sería que cambie, sigue pensando que ya ganó.
Noto al presidente desacomodado, insomne, nervioso. Fueron duros los conceptos que justifican la definición de los intelectuales, pero nunca insultos personales: “Las elecciones de próximo junio serán una confrontación entre el autoritarismo y la democracia. Creemos que la opción democrática está representada por Xóchitl Gálvez… Frente a la uniformidad gris y autoritaria del obradorismo, apoyamos la diversidad multicolor de la oposición. Por esta razón llamamos a votar por Xóchitl”.
No existe agravio a su persona, es un severo pero razonado cuestionamiento a su gobierno. Se llama demócrata y hace lo imposible por destruir las instituciones democráticas, obsesionado con el llamado Plan C; Presume honestidad y su gobierno ha sido el más corrupto (está documentado y por él reconocido) y opaco de que se tenga memoria; Se dice tolerante y cuando cuestionan su ejercicio, reacciona con una ferocidad nunca vista en otros jefes de estado, al menos no vista en público.
Si todavía existe la democracia en el país no es por él, es a pesar de él. Si por él fuese ahora mismo los organismos electorales estarían convertidos en Asamblea Electoral del Pueblo, como tanto buscó, entregados a su pandilla de intolerantes que disfrutan de la devastación institucional. Si por él fuese, Arturo Záldivar, el impresentable ministro en retiro, seguiría de presidente en la Suprema Corte de justicia, chantajeando a jueces para sentenciar en favor de los intereses presidenciales. Ha sido denunciado por las víctimas y está sujeto a proceso.
¿Demócrata de dónde? Es un cínico y además perverso, un embaucador profesional, farsante engañabobos. Porque no sólo atenta contra las instituciones democráticas que limitan sus pulsiones autoritarias, también pretende hacernos creer que ya mero (ha puesto una fecha tras otra) tenemos un servicio de salud como Dinamarca, siendo que destrozó el Seguro Popular y nos dejó sin medicinas ni servicio; que avanzamos en seguridad por que, ahora sí, combate las causas, cuando la realidad es que contamos por cientos los muertos y desparecidos, mientras los criminales toman cada vez más territorios. Que se acabó la corrupción siendo que está documentado el megafraude a Segalmex.
Nos pinta un país contrario al que tenemos y sigue presumiendo “logros”. Ni siquiera las mega obras en las que volcó el presupuesto nacional, son motivo de orgullo: Dos Bocas no refina y encima se inunda en cada tormenta por el capricho de construirla en un pantano de su tierra, el Tren Maya sigue inconcluso a pesar de costar el doble y la selva sufrir el peor ecocidio, pero “no taló ni un árbol”, el Aeropuerto sigue incomunicado por tierra, costando un dineral junto con la nueva línea aérea entregada al Ejército.
¿Que tiene su gobierno para presumir? ¿Cuál de sus acciones describe a un demócrata? Nada, absolutamente nada. El dos de junio es autoritarismo contra democracia, como apuntan los intelectuales en el manifiesto. Lo mismo piensan millones de mexicanos, una fracción de los cuales llegó el domingo a gritonearle en el zócalo, que usted creía de su propiedad. Hizo hasta lo imposible por tender una gigantesca manta tamaño país, grabada en ella al México de sus fantasías, pero los mexicanos no cayeron en la engañifa: ven a través de ella la muerte en las calles, sufren por falta de medicinas, padecen diario el encarecimiento de la vida, se asombran con sus desplantes de autoritarismo, son testigos de la soberbia y vileza exudando rencor.
Se esfuerza todas las mañanas por tender la imaginaria lona, pretendiendo monopolizar la narrativa nacional con el único fin de mantener al régimen que, supone, lo llevará a los libros de historia junto a Hidalgo, Juárez, Madero. Darse cuenta que fracasa lo enfurece y, si además la comunidad intelectual lo desmiente por escrito, queda desacomodado y pierde el sueño. Atempérese, señor presidente, muchos otros mexicanos, millones en todo el país, también observan lo mismo y y el dos de junio se lo pondrán en las urnas, no en un desplegado. Esta historia no es entre Xóchitl y Claudia, es entre usted y el México libre que tanto detesta.
Rompeolas
Lo primero que hizo Hugo Gutiérrez como nuevo secretario de Educación, fue visitar a los dirigentes seccionales de la octava y 42 y tomarse la foto con ellos. La erosionada secretaria anterior no les recibía ni la llamada, tenía los puentes rotos con ambas dirigencias sindicales. Hugo advirtió de inmediato la necesidad de restaurarlos y no la pensó ni tantito para hacerlo. Será un cambio radical para bien y entre otros uno de los beneficiarios es Santiago de la Peña, el diligente secretario general de gobierno que no se la acaba con problemas fuera de su oficina. Sabiendo que Hugo está en educación, genera tranquilidad.
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Un ordinario viaje a Ciudad Juárez puede convertirse en la muerte en dos tomos. Hay tramos tan devastados que resulta imposible transitarlos sin que los vehículos sufran averías, aunque sea menores. Pero si tiene la mala suerte de agarrar de lleno un bache a 120 kilómetros por hora, le sale bien si destroza la llanta, pues han descompuesto también suspensiones. Son los tramos federales que están sin mantenimiento. Que le importa al tlatoani, él está metido en la campaña, insultando a cuanto actor decide cuestionar su gobierno. También esas negligencias le serán cobradas en las urnas, o creen que la gente olvida de un día para otro.