Ni de izquierdas, ni de derechas…
Mensaje del INEGI a Gobernadora…
Nomina secreta del Aldeano Corral…
Adriana se la cobra a su bancada…
Pepe Mujica, el ex presidente de El Salvador, reconocido por muchos por ser ejemplo de la verdadera congruencia entre “el decir y el hacer”, en una visita a México fue el que les dijo a los de la 4T que deberían de entender que los ciudadanos en México, en la elección del 2018, “no dieron vuelta a la izquierda, solo votaron en contra de un gobierno que no les cumplía y lo hicieron por la que les pareció la mejor opción, opción que se tiene que refrendar en el ejercicio del gobierno”.
El viejo político de izquierda, les señaló con nombre y apellido la gran verdad electoral del país y el sentir de la mayoría de los mexicanos, es decir, ante malos gobiernos, que dieron pésimos resultados, que institucionalizaron la corrupción, que estaban destruyendo al país, el ciudadano votó por el que representaba un cambio total de rumbo.
Pero “no hubo una revolución”, no fue la llegada “del proletariado al poder” ni nada de esas mamarrachadas que pregona la izquierda ramplona en sus alaridos desde el siglo pasado.
Es por eso que México está dividido, es por eso que hay el encono social, el que por cierto impulsan desde Palacio Nacional, para tratar que este proceso electoral sea una lucha entre “el pueblo bueno” y los “conservadores retrogradas y caciques”.
Ese es el error que está cometiendo la 4T, confunden el deseo del ciudadano que es tener un gobierno que si haga las cosas bien, a convertirnos en un país “de izquierda”. Pero claro, sus programas asistencialistas, repartir becas y todas esas cosas, les asegura el clientelismo electoral.
Es basado en esos programas clientelares, que “tienen asegurado” el triunfo electoral, pero eso mismo pasaba en el país con los gobiernos priistas, con esos que creían que México les debía a ellos y que se olvidaron de dar resultados y se dedicaron al saqueo, pues eran “la dictadura perfecta”, la que creían sería eterna.
Pero cuando la corrupción ya era un escándalo innegable, la mayoría voto por otra opción, a la que le bastaron solo dos sexenios para demostrar que tan pusilánimes eran y que eran igual o peor de corruptos que los que le antecedieron.
Y la mayoría volvió a confiar en un producto de la publicidad, que solo duro un sexenio y entregó el país, motivo por el cual el actual Tlatoani lo protege, lo cuida y evita a toda costa que se le critique o que se le investigue.
La 4T debería tener clara esa situación, ellos en el 2018 no ganaron por que México se convirtiera a la izquierda y las cosas pueden volver a cambiar, como ya ocurrió.
En el caso de nuestra entidad, la cosa es más o menos la misma, es decir, en Palacio no deben de hacer cuentas alegres “de que Chihuahua es panista”, o que “Chihuahua es anti-peje”, no, las circunstancias de los triunfos electorales son claras para quien quiera entender la realidad y no se cuente cuentos solo.
En 1986 el voto mayoritario les concedió el triunfo, pero se dio el llamado “fraude patriótico” y no pudieron ser gobierno. Para 1992, las “concertacesiones con Salinas” son las que originaron que el PRI les entregará la gubernatura.
Pero les bastó dos años y medio para demostrar que no estaban preparados para ser gobierno y que tampoco eran un partido con la capacidad para crear, organizar y poner a trabajar una estructura electoral y por eso perdieron casi todo en la elección intermedia de 1995.
Los que acompañaban a Pancho Barrio en ese gobierno, pueden platicar con los actuales que es tener al Congreso en contra, que la mayoría de los alcaldes no sean de su marca y perder los controles políticos por su soberbia absoluta.
La derrota electoral de 1998, no se gestó en la interna del PAN, esa en donde Ramón Galindo le quitó la candidatura a Lalo Romero y a la “Familia Feliz”, esa derrota estaba cocinada desde la elección intermedia, lo demás fue “muy fácil” para el PRI.
1998, 2004 y 2010, fueron años electorales en los que el PRI con su estructura derrotaba a un PAN que nunca entendió la lección de que necesitaba ganar la calle, no solo “la batalla moral” y lo que es peor, en muchos casos, ni siquiera tenían un triunfo moral, solo fueron candidatos porque lograron ganar la interna, destruyendo a su partido y sus posibilidades de ganar en las urnas.
El triunfo electoral del 2016, de nueva cuenta no fue porque “Chihuahua regresó a su vocación panista”, no, fue el voto de rechazo absoluto a la historia de corrupción y hartazgo contra un gobernador que se equivoco en casi todo, que perdió el piso, que destruyó hasta a su propio partido.
Y fueron cinco años de un pésimo gobierno, con un Javier Corral tirado a la flojera absoluta, dedicado a jugar golf, tenis y a una persecución en contra del duartismo que nada más les dejó varios millones de pesos que se metieron a la bolsa en un acto de corrupción absoluto, en el que practicaban aquello de “ladrón que roba a ladrón” y hasta se sentían que era “justa la venganza” y “santificados”, mientras a Chihuahua se lo cargaba la fregada.
La persecución política en contra de la actual Gobernadora y la alianza de Corral con Morena, que lanzó a un candidato que nunca entendió que para ganar la elección tenía que ganar votos y no confrontar a los chihuahuenses, fue lo que decidió el voto mayoritario, es decir, en el 2021, tampoco ganó el PAN, de ninguna forma Chihuahua “refrendó su panismo” y tampoco es que Chihuahua “es anti Peje”, no, las circunstancias electorales no daban para buscar otra opción.
La elección del 2021, hay que entenderla con la persecución de por medio de un pésimo gobernador, con la guerra del agua, con un mal candidato de la 4T, con una desesperación del ciudadano, con la sed de que al gobernador lo metieran a la cárcel, es decir, hay que entender todas sus circunstancias, todo lo que confluyó para que la mayoría determinara su voto, incluso, con el hecho de que los priistas sabiendo que no tenían una sola oportunidad, se sumaron a la campaña de la que tenía más posibilidades de ganar.
Hoy los candidatos de la alianza del PRIANRD, como los de la 4T, tienen la obligación de convencer a los ciudadanos, no hay un voto duro que les garantice el triunfo a ninguno de ellos, pues el hartazgo crece y por primera vez es en contra de todos, pues no hay “un gran enemigo” que polarice la opinión del chihuahuense calle y no hay “el gran candidato” en la calle, así que se pueden dar todo tipo de resultados dependiendo de cada región, de cada circunstancia municipal y distrital.
En Ciudad Juárez, el voto “duro” de la 4T, se basa en el hartazgo y el control político que tiene en sus manos el gobierno municipal. Aunado al hecho de que el PRI y el PAN, han hecho todo lo que está en sus manos para auto-destruirse, para pulverizarse de cara al electorado.
En Chihuahua capital, más que un voto duro, las elecciones se han decidido por la falta de capacidad de la 4T y sus aliados de generar buenas campañas, pero ojo, tienen varios años creciendo en la calle, no hay forma de penar que en esta elección “la fruta ya esté madura”, pero pueden llevarse una gran porción del pastel electoral y eso puede significar mucho de cara a la conformación de la siguiente legislatura local.
Y así hay que ir viendo región por región.
Es pues esta elección un volado sin “el gran enemigo” y lo que es peor, con una percepción ciudadana que sigue señalando que Claudia va a ganar, lo que podría generar “el voto en cascada”.
Total, si usted es amigo de un candidato, el mejor consejo que le puede dar, es que se ponga a hacer campaña, pues no hay nada decidido en este momento…
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La encuesta que el aldeano tenista golfo gringo presume y que realizó el INEGI sobre la percepción de corrupción, es solo un pretexto ideal para el flojonazo y con eso tratar de combatir el efecto que pudiera tener a nivel nacional la proyección y promoción del documental “La Farsa”, en donde independientemente de la corrupción de los duartitsas, deja en claro que Corral y los suyos, fueron unos corruptos voraces y violadores de los derechos humanos.
Ahora bien, a Palacio y a la Gobernadora le urge dar golpes reales y lo verdaderamente alucinante sobre el tema, es que se tendrían que dar detenciones de ex funcionarios de Corral que le metieron la mano al cajón y que al permanecer libres y sin castigo, son una gran parte del motivo por el cual los chihuahuenses señalan que la corrupción crece, pues no hay castigo para los corruptos.
Insistimos, el tema es sencillo de entenderlo, Corral es genial para montar campañas de odio y desprestigio, es chillón, patalea y sabe cuales son los medios que más le pueden servir para una campaña de ese tipo y eso hace, a eso está dedicado, pues su objetivo es que lo nombren “Fiscal Anticorrupción” del país y con eso poder emprender una persecución contra la gobernadora y sus odiados, incluya en esa lista al propio alcalde de Juárez Cruz Pérez Cuéllar y por supuesto una larga lista de dueños de medios a los que Corral se quedó con las ganas de montarles el circo completo.
Y claro, Corral no es más que el perro bravo del rancho al que sus actuales dueños sacan cuando hay pleito, pero al que pueden sacrificar sin ningún dolor en caso de ser necesario. Así que entendamos los ladridos, los que son por corajes propios nacidos en la mezquindad de un alma podrida y los que pega para conseguir la paga.
Pero bien decían lo viejos con sus consejos muy sabios, “muerto el perro, los perritos y la perrita, se acaba la rabia”, así de fácil…
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…Un dato harto interesante sobre el tema de la corrupción corralista, es la segunda vinculación a delito a Toñito Pinedo, quien fuera el coordinación de comunicación social del desgobierno del aldeano, pues la acuñación es por lo que él recibía en “la nomina secreta” de Corral, es decir, Javiercito hacia lo mismo que Duarte, siguió sus mismos pasos, pues bien, tan sencillo como que hagan publica toda esa lista y a todos los que aparecen en ella que les ajusten las tuercas, que les manden sus respectivas ordenes de tacos y verán como empieza a cambiar la percepción de alta corrupción en la entidad…
…Adriana Terrazas la actual presidenta del Congreso les acaba de dar una lección política enorme a sus “no compañeros” de bancada, a quienes en el pasado había denunciado por violencia política y de género en su contra. Y ahora Adriana con una mano en la cintura puede ser la causa de que ocho de ellos, incluyendo el propio coordinador Cuauhtémoc Estrada no se puedan reelegir. Con una ley que los grupos de izquierda más han promocionado, ella está a punto de tronarles la reelección y antes de hacerlo le puso el cascabel a la presidenta estatal de Morena en la entidad, a la que acusó de no hacer lo correcto y no cuidar la unidad. En fin, el pleito va para largo, pero de que Adriana les dio donde más les duele y que los puede tronar, ni duda hay…