*Teoría de círculos concéntricos sobrepuestos
*Partidos y Sociedad, cada uno por su vía
*Bonilla detonador, Mario articulador
*Tony, Noel, Chuy, Beto, ejes regionales
*Corrupción de Cruz, regalo inesperado
Falta que definan los candidatos a presidentes municipales y diputados locales, pero hasta donde van me gusta la forma en que los analistas internos del Frente resuelven sus candidaturas. Pongo un asterisco en el séptimo federal, donde postularon a Rocío Sarmiento. La diputada local representa para mi una incógnita, no es que la descalifique por ignorar su trayectoria y personalidad. En lo de demás muy bien.
Empiezo por la parte más sencilla, Chihuahua. En la capital Marco Bonilla será el candidato eje, con la obligación de impulsar el resto de las candidaturas, diputados federales, locales y síndico, de modo que todos ganen sus distritos con solvencia. Frente a él estará un bulto, ya sea que Morena decida por Miguel Latorre o que Corral imponga su veneno y manden al otro Miguel, Riggs. Ninguno de los dos es competitivo en las condiciones electorales que hoy presenta Chihuahua.
Si Marco muestra en las urnas lo que asegura traer, la capital dará otro macizo golpe de autoridad electoral. Supongo que así será, todo está en su favor; el sexto federal es un reservorio muy seguro donde además pusieron a Manque Granados, perfil ideal, quien tiene la obligación de potenciar el fervor ciudadano contra el populismo, elevando los márgenes históricos de participación. El reto es grande, usualmente ese distrito es muy participativo. Morena sueña con ganar el octavo, no tendrá ninguna posibilidad, Alejandro Domínguez ganará sin dificultad contra Marco Quezada, su mejor carta, o contra quien le pongan, el oficialismo carece de perfiles competitivos y los ciudadanos externos tomaron parte contra el populismo. Chihuahua es Chihuahua.
La otra gran cantera de votos es la región centro sur, área de influencia que marcó la crisis del agua. Algunos se asustan con las encuestas que van muy parejas. Es un espejismo, efecto del “arroz cocido” que pone a Sheinbaum 20 o 30 puntos por arriba de Xóchitl. En este distrito Tony Meléndez elevará la votación y Jesús Valenciano arrasará en Delicias, la ciudad principal. En Camargo Zubía ganará con holgura el distrito local y el municipio llegará por añadidura. En Jiménez el pacto con Marcos Chávez les garantiza otra victoria. Resuelven sin telarañas partidistas ni simpatías personales Ojinaga y Aldama y cierran el distrito al cien.
Sigo por el sur hacia Parral y la sierra, empiezo de Guadalupe y Calvo. Estoy convencido de que Noel Chávez ganará sin dificultad el noveno distrito y además su empuje impactará en varios de los 27 municipios que lo componen, incluidos Guachochi y Parral. Advierto un acuerdo fáctico con Jesús Lozoya, franquicitario de MC en Parral. De ser el caso los beneficiarios directos serían Noel, Mario, Daniela y la candidata presidencial, todo suma. De no, también deben resolver el municipio sin perjuicios partidistas ni afinidades personales, como expliqué antes para Ojinaga y Aldama. Ahí no tienen nada, lo inteligente es arrebatarle al adversario lo que tiene y para ello necesitan los mejores perfiles disponibles. Hasta donde se hay muy buenos prospectos. Abusados, no cometan una tontería por pensar en amiguismos o asuntos de partido.
En Juárez intentaré un apretado ejercicio de síntesis, empezando por otra obviedad; la fortaleza del partido oficial, su joya de la corona en la entidad. Ahí Daniela Álvarez necesita hacer sentir su presencia y, a reserva de valorarlo con datos, concentrarse en la desastrosa administración de Cruz, olvidándose de Andrea Chávez, su adversaria natural. La corrupción de Cruz y el abandono en que tiene a la ciudad ofrecen una narrativa envidiable para efectos de campaña. Parte relevante del resultado en Juárez pasa por Daniela.
La otra decisión importante que tomarán los partidos del Frente es su candidato a la presidencia municipal. No conozco al empresario René Mendoza que levantó la mano, pero una opción fresca alejada de la partidocracia y la política tradicional, pinta bien. Paradójicamente también encuentro viable a Enrique Serrano, sobreviviente del tsunami Duarte que salió limpio de aquel sexenio demencial, pese a ser candidato a gobernador. Tengan cuidado con esa designación, eviten marranearla. Bien resuelta puede ser fundamental para elevar los votos ganando un par de espacios más o, mínimo, retener lo ganado en elecciones pasadas.
Sin embargo lo más relevante de Juárez está en las decisiones de Morena, no del Frente, específicamente en cuanto a la presidencia municipal. Si va Cruz, malo para ellos, la corrupción y los excesos lo dejaron muy vulnerable; si no va peor, desechado haría hasta lo imposible por tronar al que pongan en su lugar y si piensan que pueden amarrarlo con una candidatura federal para él o su hermano, es que no lo conocen. El tema de Cruz lo dejo para un análisis particular, da mucho de sí.
Salto el séptimo porque ahí no tengo claridad. Como dije, Rocío Sarmiento me resulta una incógnita y Nuevo Casas Grandes es punto y aparte, aún sabiendo que los LeBaron lastran al partido oficial. Ahí tienen la ventaja de que Beto Pérez repetirá en Cuauhtémoc, pero Cuauhtémoc no es suficiente para definir la elección en ese distrito. Como Juárez, dejo el análisis completo para después.
Visualizo la campaña del Frente con un conjunto de círculos concéntricos parcialmente sobrepuestos, donde las ondas de Chihuahua se sobrepongan con las del quinto de Rocío Sarmiento, el séptimo de Tony Meléndez y Jesús Valenciano en Delicias, el noveno de Noel en toda la sierra y si, el impulso de la suma tocando Juárez. En esa proyección irradiante del centro hacia las regiones de mayor votación tiene un papel relevante Mario Vázquez, como eje articulador de la campaña estatal. En él recae la responsabilidad de articular las campañas regionales y ser enlace con la presidencial. Si Mario muestra capacidad competitiva sus posibilidades de seguir creciendo se potenciarán, él lo sabe.
Hasta aquí la parte que corresponde a los partidos políticos, pero la campaña correrá (ya está corriendo) en dos vertientes; por una vía los partidos haciendo su trabajo con lo que llaman movilización, por otra la sociedad civil harta del rumbo que lleva el país hacia el autoritarismo demagogo y populista. Los partidos sin la sociedad civil no son nada, la sociedad civil sin partidos tampoco. Necesitan uno del otro, quieran o no, y una buena solución es que cada uno haga su parte por separado. Juntos pero no revueltos coincidiendo en las mismas urnas, lo fundamental. Cierran esa pinza y no hay acarreo ni elección de Estado que los valga, lo he dicho mil veces. En esa conjunción de coyuntura creo, por ello apuesto.