Jirones de nuestra historia
La Independencia se proclamó por todos lados
Al consumarse la Independencia de México, el General Agustín de Iturbide, Comandante del Ejército Trigarante lanza el “Plan de Iguala” el 24 de febrero de 1821, en el que se proclama la completa y total Independencia de México, con respecto a la Corona Española, sin embargo reconoce a la Monarquía encabezada por Fernando VII, con la finalidad de establecer y mantener relaciones con España; también se establece a la religión católica como la única permitida en México, así como la unidad de todas las clases sociales, en torno a la nueva nación. También establece que el nuevo gobierno será una “monarquía moderada”.
El impacto que el Plan de Iguala tuvo en la región de Centroamérica fue muy fuerte, tanto que la Capitanía General de Guatemala y las Provincias de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador también proclamaron su independencia, pero carecían de la fuerza suficiente para mantenerse como naciones independientes y buscaron la manera de “colgarse” de la independencia de México.
Los Tratados de Córdoba
El 24 de agosto de 1821, el General Agustín de Iturbide y el General del Ejército Español, Juan de O´Donojú y O´Ryan firman en la ciudad de Córdoba, Veracruz los Tratados de Córdoba, documento en el cual la Corona Española aceptaba y reconocía la independencia de México; O´Donojú no tenía la facultad ni la autoridad para firmar un documento de esa naturaleza y él lo sabía muy bien, pero también sabía que la Corona Española ya no tenía en México la fuerza política ni militar para sostener el virreinato y terminó por firmar el tratado.
Por supuesto y como era de esperarse, la Corona Española rechazó la validez del tratado, pero ya era muy tarde, diversos factores coincidieron; España había sido invadida por Napoleón Bonaparte y el Rey Fernando VII hecho prisionero, eso debilitó mucho a la monarquía española y por lo tanto se vió reflejado en sus posesiones en todo el mundo; a la salida de los Bonaparte de España, regresó Fernando VII, pero solo para ver como se le independizaban sus colonias en diversas partes del mundo.
Iturbide y O´Donojú le dan la puntilla a la Corona en México, mediante el aparato del gobierno virreinal, destituyen al Virrey Juan José Ruiz de Apodaca y nombran Virrey a O´Donojú; el 28 de septiembre de 1821, Iturbide elabora el “Acta de Independencia de México” y crea el Congreso Constituyente Mexicano; la Corona Española vuelve a rechazar cualquier declaración de independencia, pero ya estaba todo consumado: habían perdido a la Nueva España.
Centroamérica
Aunque las Provincias de Centroamérica formaban parte de la Nueva España, el Virreinato las manejaba de manera diferente, a través de la Capitanía General de Guatemala, que gobernaba las Provincias de Chiapas, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador (Panamá todavía no pertenecía Centroamérica, era parte de Colombia); Centroamérica, al independizarse México, iban en el mismo paquete, y ya cada provincia estaba reclamando su propia independencia, pero sus condiciones políticas, económicas y sociales eran tan débiles y precarias, que resultaba imposible que cada una se sostuviera como una nación.
El 3 de septiembre de 1821, Chiapas se declara República Independiente en un comunicado dirigido a México, Centroamérica y España; declara también su intención de unirse a México, que ya se perfilaba para convertirse en el Primer Imperio Mexicano, con el Emperador Agustín de Iturbide al frente y quien ya planeaba anexarse Centroamérica completa.
El 19 de octubre de 1821, Iturbide envía una invitación formal al General español Gabino Gainza, Capitán General de Guatemala, para unirse al Imperio Mexicano; Gainza consulta con las principales ciudades guatemaltecas (Quetzaltenango, Suchiatepéquez, Sololá y Antigua) y todas aceptan anexar Guatemala a México. Lo mismo sucedió con Honduras, Nicaragua y Costa Rica, todas aceptaron anexarse y formar parte de México, sin embargo, el problema se presentó con El Salvador, en donde la mayor parte de la población estaba de acuerdo con la anexión a México, con excepción del Jefe Político, el General de origen italiano Vincenzo Filizzola.
Anexión
El sábado 5 de enero de 1822, el Emperador Agustín de Iturbide da a conocer finalmente la anexión de las Provincias de Chiapas, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador, pasando a formar parte del Imperio Mexicano; Iturbide designa al General Gabino Gainza como Gobernador de Centroamérica y para acelerar la anexión, envía un ejército para respaldar la operación de la anexión y darle tranquilidad al proceso de unión-
El General Vincenzo Filizzola parte de El Salvador con sus tropas hacia Guatemala, con la intención de derrocar al Gobernador Gainza y recuperar Guatemala y Centroamérica, sin embargo, dos factores se lo impidieron; primero, la anexión ya estaba políticamente muy bien consolidada y acordada; segundo, el ejército de Iturbide le impidió al ejército de Filizzola salir de El Salvador para llegar a Guatemala.
A pesar de que la población salvadoreña deseaba y estaba de acuerdo con la anexión a México, el General Filizzola y su cúpula se resistían, debido a que Filizzola tramaba apoderarse de toda Centroamérica para anexarla al pequeño territorio de El Salvador; de cualquier forma, la anexión se dio formalmente, pero Filizzola se mantenía sublevado, lo que desembocó en la ocupación de El Salvador por parte del Ejército Mexicano, con zipizapes y combates con las tropas de Filizzola.
Poco a poco el General Vincenzo Filizzola comprenderá cada vez mejor la situación y cambiará de parecer de una manera radical y de una forma en que nadie se esperaba, porque si algo le sobraba a Filizzola, era ambición y sed de poder, y si de algo carecía por completo, era de miedo.
Ambiciones e intereses personales
Con la ocupación de la Provincia de El Salvador por el Ejército Mexicano, Filizzola se sentía asfixiado y asediado por Iturbide, entonces comienza a cambiar su postura política y trata de acercarse y congraciarse con el Emperador Iturbide; comprendió que no le quedaba mas remedio que hacerse del lado del Emperador y que en vez de causarle problemas, debía evitárselos; por lo que decidió unirse al Imperio Mexicano y ganarse la confianza de Iturbide.
Iturbide lo pone a prueba, retirando al Ejército Mexicano de El Salvador y le ordena que él con sus tropas, acabe con los anti imperialistas de El Salvador; sin duda era una prueba de fuego, puesto que lo obligaban a atacar y reprimir a quienes lo apoyaban, sin embargo Filizzola lo hizo y comenzó a ganarse la confianza del Emperador. Por su parte, Iturbide intuía que el cambio de postura de Filizzola estaba motivado únicamente por sus ambiciones e intereses personales, ya que, al unirse al Imperio, se le abría el horizonte político; sin embargo, Iturbide decidió darle jugada y mantenerlo de su lado.
Filizzola ve su gran oportunidad de colarse hasta la cúpula de poder de Iturbide, cuando al General Gabino Gainza, Gobernador de Centroamerica se le ordena que por la vía de la negociación política trate de apaciguar a un grupo de inconformes en Honduras, pero Gainza desobedece la orden y lanza sus tropas contra la muchedumbre; entonces Iturbide le ordena a Filizzola que con sus tropas enfrente a Gainza y detenga el ataque a Honduras; con esta acción, Gainza es destituido como Gobernador de Centroamérica y la puerta se abre para que Filizzola pueda ser Gobernador.
El General Vincenzo Filizzola ya acariciaba la gubernatura, la sentía entre sus manos, para de ahí dar el salto a la Ciudad de México e incrustarse en el círculo cercano del Emperador, pero había varias situaciones, la primera era que la Capital de Centroamérica estaba en Guatemala, donde Filizzola era non grato; la segunda era que en El Salvador resurgieron brotes de inconformidad de los ricachones hacia el Imperio y es enviado a su tierra a calmar las aguas.
En El Salvador, Filizzola ocupó la provincia y tras duras batallas, venció a los opositores y no solo los derrotó, sino que además los hizo jurar lealtad a México y a su Emperador. Ahora sí, Filizzola estaba listo para recibir su nombramiento como Gobernador de Centroamérica, una vez que fue destituido Gabino Gainza, cuando se entera de que el Emperador Iturbide ha nombrado al Mariscal José Morán, Marqués de Vivanco, como nuevo Gobernador de Centroamérica y que él estará únicamente como sustituto, mientras llega el nuevo Gobernador.
Este fue un duro revés político y un golpazo a la confianza de Filizzola, se daba clara cuenta de que Iturbide le otorgaba cierto grado de confianza, pero no le daba jugada política; se convenció de que sus vaivenes políticos no le generaban confianza ni certeza a Iturbide. Filizzola fue parte del Ejército Trigarante y amigo de Iturbide, pero se opuso a las intenciones imperialistas de Iturbide.
El Imperio Mexicano se derrumba.
Los excesos del Emperador Agustín I de Iturbide, aunado a la falta de resultados de un gobierno frívolo, ocasionó diversos brotes de inconformidad por todo el Imperio y en todos los niveles sociales; en las Provincias anexadas de Centroamérica, lo que en principio fue un furor por pertenecer a México, ahora repudiaban al Emperador y se arrepentían de haber tomado esa decisión.
El General Filizzola sabía que era cuestión de tiempo para el derrumbe del Imperio Mexicano y atacó a Guatemala, para desde ahí iniciar una campaña para desanexar a Centroamérica de México; dicha campaña no fue necesaria, el 19 de marzo de 1823 es derrocado el Emperador Agustín I de Iturbide, tomando el control una junta de gobierno provisional, que oficialmente se llamó “Supremo Poder Ejecutivo de la Nación Mexicana”, la cual estuvo integrada por Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, Pedro Celestino Negrete, Mariano Michelena y el Corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez Alemán.
Este Supremo Poder Ejecutivo disolvió por completo el Imperio Mexicano, en cuanto a las Provincias Anexadas de Centroamérica, a cada una de ellas les dio la potestad de decidir por sí mismas y con sus habitantes, el continuar anexadas a México o separarse e independizarse; el General Vincenzo Filizzola tomó parte activa en este proceso.
Las Provincias de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador, decidieron separarse de México, mientras que Chiapas y Guatemala decidieron pertenecer a México; el General Filizzola a través de una intensa negociación política logra convencer a Guatemala de separarse, pero Chiapas decidió pertenecer a México; aquí el problema era que Guatemala consideraba y veía a Chiapas como parte de su territorio y deseaba separarse de México con todo y Chiapas, pero los chiapanecos se rehusaron y cuando el Supremo Poder Ejecutivo envió al Ejército Mexicano a defender Chiapas, entonces Guatemala desistió y se separó sola de México.
En otra fina labor de filigrana política del General Filizzola, logra unificar a todas las Provincias de Centroamérica para formar la nueva República Federal de Centroamérica con Capital en Ciudad de Guatemala; dicha República duró como tal, de 1823 a 1841.
En México, el Supremo Poder Ejecutivo de la Nación Mexicana designa al General Guadalupe Victoria (José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix), como el primer Presidente de México, con el nombre oficial de la Primera República Federal de México.
General Vincenzo Filizzola, figura central en esta historia
+ Italiano, nació en Ravello, Reino de Nápoles, Italia en 1789.
+ Nacionalizado español, bajo cuyo Ejército Real sirvió a la Corona Española.
+ Tras la caída de Iturbide se vino a México, donde solicitó la nacionalidad mexicana.
+ El Presidente Guadalupe Victoria le otorgó la nacionalidad mexicana bajo dos condiciones: cambiar su nombre a Vicente Filisola y ponerse bajo las órdenes del Ejército Mexicano; ambas condiciones aceptadas y cumplidas.
+ Fue Comandante de las Provincias Internas de Oriente (actual Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y el sureste de Texas), estableció a seiscientas familias mexicanas en Texas, para colonizarlo y evitar su separación de México.
+ Fue nombrado por Santa Anna como Comandante en Jefe del Ejército Mexicano para la Guerra de Texas.
+ Hizo una defensa heroica de la Ciudad de Matamoros, Tamaulipas en la Guerra contra la Intervención Estadounidense, a partir de ese hecho, se nombró a la ciudad como Heróica Matamoros, Tamaulipas.
+ Fue Jefe del Supremo Tribunal de Guerra del Ejército Mexicano.
+ Tras la caída de Texas, Santa Anna le ordena evacuar San Antonio de Béjar, Texas y el presidente José Justo Corro injustamente lo acusa de cobardía y traición a la Patria; el General estadounidense Samuel Houston intercede para limpiar su nombre.
+ En la República de El Salvador existe el Municipio de Mejicanos, fundado por él.
+ Muere en 1850 en la Ciudad de México.
Fuentes Bibliográficas:
+ memoriapoliticademexico.org
+ portales.sre.gob.mx
+ sica.int.union
+ es.wikipedia.org