*Maru, Alito y el otro PRI, la lógica del poder
*Alianza local es un tema sin reversa
*Muy competidos los fueros federales
*Noel Chávez amarrado en el noveno
*Tres pluris federales para Chihuahua
A riesgo de pasar por odioso y si quieren hasta mentecato, tengo que soltarlo: “se los dije”. Por lo menos desde tres meses hacia acá vengo repitiendo que la distribución de diputaciones federales y senadurías respondería a la lógica del poder, donde los gobernadores llevarían mano en sus respectivos estados y los dirigentes nacionales resolverían en razón de sus prioridades personales. Ingenuo pensar en una lógica de alta competencia electoral o democrática, para eso ya tienen a Xóchitl.
Visto en la inmediatez de la entidad podría suponerse que ningunearon al PRI, al quedarse PAN con las dos senadurías y cinco de las seis diputaciones federales más generosas para la oposición. Nadie los ninguneó y si quieren echar culpas porque de la capital no recibieron una de las dos diputaciones federales exigidas ni la segunda fórmula al senado, deténganse a pensar en que el PRI resultó ganador en el contexto general. Alejandro Moreno quedó muy satisfecho.
Si en algún momento alguien en la política doméstica soñó con que les darían acceso a esos dos cargos, digamos extras, fue porque simplemente nunca estuvo en la verdadera mesa de los acuerdos políticos. En esa mesa, donde se distribuyeron el país, los gobernadores de ambos partidos siempre llevaron mano. En Coahuila el PRI se quedó con todo y en Durango dividieron por la fortaleza objetiva del PAN, allá tiene la capital.
Las excepciones a la regla són Guanajuato y Oaxaca, los dos estados donde no pudieron establecer acuerdos. En Guanajuato por el gobernador panista que se considera muy autosuficiente y no quiso ceder ni un milímetro y en Oaxaca donde los dos partidos (los tres para no hacer menos al PRD) están destrozados, con los exgobernadores del PRI entregados a Morena y el PAN en condición de partido testimonial. De ahí en más el acomodo quedó firmado en atención a intereses de Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano.
Ahora, en cuanto a que el PAN cedió de más, por ejemplo las primeras fórmulas al senado en Ciudad de México y Nuevo León, habría que ver. En México impuso candidato a gobernador y, espere la decisión, el gobernador interino (seis meses muy buenos con posibilidad de seguir) será del PAN. Es necesario abrir el horizonte de la política para interpretar correctamente los acuerdos. En realidad el único ganador es el PRD, quien obtuvo más de lo que merecía sólo por mantener las siglas en la alianza.
Concluido el acuerdo por los espacios federales, donde el PRI celebra como gran triunfador sin tener toda la razón, lo que sigue es firmar la alianza local. De una vez vayan haciéndose a la idea, señores dirigentes del PRI, su aliado mayor, muy mayor es el PAN. Quizá les darán la posibilidad de quedarse hasta con seis diputaciones locales, ahora tienen cinco, la posibilidad de pelar una más con ganas de ganarla y las alcaldías que ya están en su poder, reconociendo que en algunas son otros lo que mandan.
Para evitarse disgustos y deschongues arrebatados, precisan aceptar que el gobierno construyó despacio y con inteligencia una alianza muy estable con el “otro PRI”, el PRI de la militancia activa y experimentada opuesto sinceramente a Morena, al que la dirigencia local cerró las puertas en las narices, pensando en los cargos que pronto recibirán. Ese otro PRI está encarrilándose muy macizo en la campaña nacional y, a juicio de analistas experimentados, en votos vale más que el PRI de las siglas.
Acepten esa realidad política, la misma dirigencia achicó el PRI de las siglas desde los tiempos de Omar Bazán y con Alejandro Domínguez siguieron negándose a la democracia con falacias infantiles. Cierran el partido y al momento de negociar espacios políticos exigen como si valiese doble, absurdo. Los exgobernadores presentables e innumerables líderes valiosos van jugando aparte, si no los incluyeron en las decisiones tampoco los cuenten al momento de pedir espacios.
Rompeolas
El que parece muy amarrado en el distrito nueve es Noel Chávez, expresidente municipal de Guadalupe y Calvo y actual diputado local. Ese distrito está hoy en manos de una panista, pero los negociadores en la mesa superior no tuvieron empacho en cederlo precisamente por la presencia territorial del diputado. Difícil, por no decir imposible, que se lo quiten.
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Si alguien en el PRI de las siglas está interesado en colarse al fuero federal, lo recomendable es que de una vez vaya moviéndose en el CEN de su partido, los espacios VIP están más que reducidos: si acaso cuatro o cinco senadurías y dos o tres diputados por la circunscripción. No es por aguar fiestas, pero en la primera circunscripción el gobernador de Durango lleva mano.
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Y volvemos a lo mismo, la gobernadora Campos podrá colocar hasta tres diputados federales pluris. Siendo Chihuahua el único estado de la circunscripción gobernado por el PAN, mínimo colocará al primer lugar y seguramente otro con muy buenas posibilidades. El tercero es su derecho a pedirlo en la lista del CEN, donde los gobernadores también tienen sus espacios.
