*Maru silencia infundios y recupera liderazgo
*C. Duarte forzado a reconocerse corrupto
*¿Tomó nota el hombre de los dos hígados?
*Dante mil veces esquirol, Alfaro lo desnudó
*El venenillo de compean contra los hechos
Podrán decirle muchas cosas, pero César Duarte es un hombre templado. Otro en su lugar hubiese sufrido un infarto fulminante al miocardio, con la noticia de ayer; veía de cerca la libertad y de pronto recibe una nueva orden de aprehensión, ahora por 120 millones de pesos. La nueva carpeta judicial destroza sus planes de hombre libre, reduciéndolo a la espantosa situación de un preso que pierde, de a poco, la esperanza. Y cuando un preso pierde la esperanza, ha perdido todo.
Sin llorar, a lo hecho pecho. Tampoco le es dado responsabilizar de su desgracia a nadie, la gobernadora Campos sólo cumple con el deber de combatir la corrupción, como enfáticamente expresó en el video que subió a sus redes, explicando la justificación legal de la nueva órden de aprehensión que remató con el conocido “ni perdón ni olvido”. Es una diligencia que inició llegando al gobierno pero tardó año y medio en prosperar, pues en ella intervino la Fiscalía General de la República y el Departamento de Estado del gobierno vecino. Hicieron válido el Principio de Excepción establecido en los acuerdos de extradición.
Firme la gobernadora, con esa decisión gana respeto social y consolida su liderazgo político. Quizas hoy pocos recuerden que el mismo día de la extradición, Corral, Luz Estela y la pandilla que los acompaña desde Morena, proclamaron sin base que Duarte venía sólo para ser liberado, narrativa infamante que mantuvieron durante meses intentando asociar a la gobernadora con el ex en desgracia. Al ver que seguía detenido matizaron sus feroces ataques diciendo que recbiría el beneficio de la prisión domiciliaria, esperaban verlo acomodado en domicilio de lujo para justificar sus infundios, cuando la realidad era que el gobierno de Maru ya integraba la nueva carpeta judicial.
Ninguno de sus pronósticos se cumplió, a casi dos años del gobierno actual la única realidad objetiva es que Duarte sigue preso en San Guillermo, sin recibir trato preferencial, y que ayer le fue notificada una segunda orden de aprehensión, justo cuando fantaseaba con la proximidad de su salida. ¿Qué dirán ahora los presurosos detractores? Lo mínimo es que reconozcan el compromiso del gobierno con la justicia, pero nunca lo harán, guardarán silencio atisbando desde las sombras nuevas oportunidades para derramar sobre Chihuahua sus lixiviados de rencor. Están movidos por viejos odios y consignas partidistas.
En cuanto al caso propiamente judicial del exgobernador, existen elementos sobrados para sustenar la segunda orden liberada. Jesús Esparza, originario de Parral y amigo personal de Duarte que despachó como Auditor Superior del Estado durante aquella administración cuestionada, está vinculado a proceso por un presunto fraude con la facturera Kepler. Esparza recibió cinco millones y medio de pesos por servicios no realizados que justificó con facturas de empresas fantasmas. Ese caso corre en su propia vía y a la vez está relacionado con el ex.
Duarte facturó no cinco ni diez, sino 120 millones de pesos también con Kepler, cuyo propietario Germán Ledezma, hoy detenido en Puebla, reconoció judicialmente los fraudes y declaró que recibía el uno por ciento de cada factura proporcionada. Los casos de Duarte y de Esparza sólo difieren en cuanto a monto. Una suposición pertinente sería que el entonces auditor recomendó a Duarte con “su cliente”, Kepler. No es una invención de nadie, ni la Fiscalía lo recuperó del archivo muerto con tal de fastidiarlo, es una carpeta judicial bien armada que la defensa difícilmente podrá revatir frente al juez. Simplemente no hubo una contraprestación, un beneficio para el gobierno, a cambio de los cinco millones y medio de Esparza, como tampoco de los 120 de Duarte.
Si en los disvarios del poder nutridos por una soberbia desbordada fueron muy hombrecitos para tener la osadía y audacia de distraer recursos públicos por el burdo método de las empresas fantasmas que facturaban profesionales del fraude, que también lo sean tratándose de asumir responsabilidades. La vía más segura hacia la libertad es declararse culpables y reparar el daño. No mataron a nadie, acepten el hurto, regresen lo robado y vayan en paz con la justicia.
Sin embargo Duarte se ha resistido a declararse culpable, piensa que puede ganar el juicio y limpiar su nombre. Temo que sus abogados lo mal asesoran diciéndole lo que quiere escuchar o él razona fuera de foco, su nombre no puede ser limpiado ni con todo el jabón del mundo, ya está juzgado y sentenciado por los chihuahuenses. Hay momentos en que la prudencia sugiere tragarse el orgullo, Duarte está frente a uno de los más importantes en su vida.
Son 216 millones de pesos, juntando las dos carpetas, una cantidad manejable para lo que dicen que se robó. Pero el sentido de amor propio es fuerte en personajes que alcanzaron niveles de poder que los hizo soñar con la presidencia del país; la prisión lo tira durante la noche y el orgullo lo levanta por la mañana ¿Cuánto tiempo aguantará sufriendo el lacerante dilema? Otra vez pregunto ¿Valió la pena? Híjole, sólo quien lleva la carga, igual dirá que lo bailado nadie se lo quita y que saliendo, por que algún día saldrá, disfrutará de los guardados muerto de risa tequiliando en el Saucito. Uno nunca sabe.
Rompeolas
El hombre de los dos hígados, uno es insuficiente para dispensar tantos odios, que responde al nombre de Javier Corral, no debería estar feliz celebrando la segunda orden contra Duarte, que por cierto él no pudo conseguir. La gobernadora habló de corrupción en general y su secretario de finanzas, Arturo Fuentes Vélez, ahora mismo está huyendo por un presunto delito donde Corral habría tenido participación, el de los 98 millones de pesos pagados irregularmente a un despacho que no reportó el trabajo ofrecido sobre la segunda reestrcuturación de la deuda. Algo similar a las empresas fantasmas. Y otro, Lalo Fernández, ahora mismo canta mejor que canario en celo y entre sus notas seguro apareció varias veces el nombre del “bi-hígado”. Así que tranquilos, a cada santito le llega su fiestecita.
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Lo mejor que hizo Enrique Alfaro al pintar su raya con el impresentable Dante Delgado, fue exhibirlo como el esquirol que es. Dante es un tigre de papel, sin Alfaro Movimiento Ciudadano queda reducido a menos de la mitad, de modo que no tiene más que cuidar al ñoño gobernador de Nuevo León, cuyo liderazgo está muy disminuído. Con Samuel García de candidato MC no servirá ni de comparsa al régimen populista, si termianan con el tres por ciento sería mucho. Alfaro, por su parte, quiere la gubernatura de Jalisco para uno de los suyos, sabe que su mejor apuesta es una alianza fáctica con el Frente. Hoy se reunió con Xóchitl, el tiempo dirá hasta donde llegan.
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Eliseo Compean ha dispersado el venenillo de que Delicias podría perderse, intentando desacreditar a Jesús Valenciano. Dan risa las “grillas” del diputado federal, demuestran su tamañito. Esa farsa no la compran más que los pendejos, si Morena gana Delicias, ganaría todos los distritos federales y locales del país. Hay dato objetivo que describe lo contrario, en la pasada recoleción de firmas, Delicias fue el municipio de la entidad que más consiguió para el Frente, con casi once mil, un porcentaje superior al 19 por ciento calculado contra los votantes históricos. Para poner en perspectiva, Juárez, por ejemplo, tuvo poco más de once mil quinientas firmas, el 2,7 por ciento contra la votación historica. El de Juárez debe ser un dato que los analistas electorales del PAN necesitan discutir, ¿qué ondas con la Junta municipal de Agua y con toda la estructura estatal allá?.