La trama se ambientaba en un restaurante de Inglaterra, con enemistades y prejuicios remanentes de la Segunda Guerra Mundial
Mauricio Angel/Agencia Reforma
Ciudad de México.- Los contrastes culturales entre personas de diferente nacionalidad y la inequidad, aunque sean en épocas y lugares distintos, pueden divisarse en La Cocina, historia escrita para teatro por Arnold Wesker y adaptada al cine por el mexicano Alonso Ruizpalacios, con la actuación de Rooney Mara.
En su primera versión, la trama se ambientaba en un restaurante de Inglaterra, con enemistades y prejuicios remanentes de la Segunda Guerra Mundial, mientras que la cinta del director de Güeros y Museo se desarrolla en Nueva York, protagonizada por un migrante mexicano, Pedro.
Raúl Briones, quien interpreta al personaje, conoce bien la historia, pues con ella se graduó del Centro Universitario de Teatro (CUT).
“Es una cocina cosmopolita en la ciudad meca de la interculturalidad. A Alonso le importaba mucho sentir que, de alguna forma, cada quien es su propio país. Cuando alguien transgrede tus límites, está transgrediendo tus fronteras y tienes distintos mecanismos de defensa”, explicó Briones en entrevista.
“Hay quien tiene el estado militar súper desarrollado y a la primera vez que pasan por sus derechos reacciona. Luego están los latinoamericanos, que tienen una historia de colonialismo y nos ha llevado a ser un pueblo sumiso y agachón. Aquí probamos a mi personaje, Pedro, con distintas nacionalidades”.
Al ser una cinta hablada al 70 por ciento en inglés, el actor de El Norte Sobre el Vacío tuvo que aprender el idioma, algo que le preocupaba más por compartir cuadro con la protagonista de La Chica del Dragón Tatuado y Carol, cuya sencillez lo sorprendió.
“Es una madre de familia también, estaba cuidando a su hijo mientras estábamos filmando. Lo suyo fue un trabajo sumamente profesional de una mujer generosa. Nos parecemos mucho, lo chido de eso es que somos bien extraños mutuamente”, recordó.
Briones detalló que Pedro es un hombre preparado intelectualmente, preocupado por la relación entre México y Estados Unidos, con ideas políticas y filosóficas claras, a través del cual se pueden reflejar reflexiones sobre la migración.
“Los migrantes viven aislados, no pueden ejercer su ser público. En eso me concentré y también en la relación México y Estados Unidos, porque la película explota la disparidad en cuanto a los derechos laborales y seguridad”, dijo el actor.
Dada la relación de Ruizpalacios con el Festival de Cine de Berlín (ha recibido dos premios allí), se espera que La Cocina debute en el encuentro el próximo año.