*Dante-Moreno, cual más de miserable
*Ambos están batidos en su mezquindad
*Maru y ganaderos, corralito al secretario
*Pérez Cuéllar y sus fotos engañabobos
*El abrazos y no balazos tocó a la capital
Alejandro Domínguez tiene razón, Movimiento Ciudadano se quitó la máscara mostrando que es un partido al servicio del régimen cuatroté, pues casualmente -afirma- se dicen opositores pero siempre atacan al PRI, PAN, PRD o a la coalición Va por México. El problema de Alejandro y de tantos otros priistas en el país, es que también Dante dice verdad, con el PRI de alito Moreno “ni a la esquina”.
El pleito entre MC y el PRI recrea la patética realidad opositora; dos impresentables de la política mexicana, Moreno y Delgado, trabados en feroz discusión pública para ver quien es peor o, puesto a la inversa, cual socava de manera más eficiente la unidad opositora y sirve mejor a los intereses del régimen. En su retorica ambos aborrecen a Morena, en sus hechos están entregados.
Los oficialmente leales, felices o resignados súbditos públicos, suelen involucrarse en denigrantes ejercicios de abyección para ver quien se inclina más rápido y hasta el piso frente al “líder amadísimo”; los que fingen ser opositores pero están al servicio del régimen, se despedazan entre ellos acusándose de traidores. Unos y otros son políticos miserables y rastreros.
No se, pero imagino a un PRI diferente si José Narro, este día de gira en la Ciudad, hubiese ocupado su presidencia. Igual los gobernadores, cobardes y acomodaticios, entregan sus estados a Morena, pero supongo que ahora estaríamos hablando de un partido abierto a la sociedad, sinceramente comprometido contra el populismo infame que amenaza nuestras libertades, situado en el lado correcto de la historia.
Ese PRI se frustró cuando López Obrador dobló a los gobernadores, instándolos a comprometerse con Moreno. Así llegamos al partido secuestrado por un truhan de la política que decidió administrar la decadencia del partido con tal de recibir las migajas del poder. Acotación en justicia: también la clase política del viejo partido dominante es responsable del corrupto abribonado que tienen por presidente, guardaron cómplice y timorato silencio frente a la imposición.
La realidad atroz que domina hoy al PRI no limpia, sin embargo, la cara de otro impresentable como Dante Delgado. Es tan lacayo e hipócrita como “alito”. Si hubiese sumado los votos de su partido a una gran coalición en el Estado de México, ahora la tendencia ganadora de la oposición sería clara, en cambio se abstuvo de postular candidato facilitando el trabajo de Morena. Y con la infame campaña acabó desvelando su cinismo; no va contra el PRI en Edomex, su propósito es minar el impulso de la candidata Alejandra del Moral.
Dante Delgado como Alejandro Moreno son dos exponentes de la peor clase política que domina los partidos en el país, mentecatos pretendiendo limpiar su inmundicia uno con el otro, sin reparar en que ambos acabaron embarrados hasta las sienes. De una vez deberían ser colocados entre los satélites del régimen y los militantes de sincera convicción democrática alejarse de su influencia vil. Con políticos así no hay destino.
Rompeolas
Previo a la clausura de los trabajos de la CNG, la gobernadora Campos y los ganaderos de todo el país, reforzados por colegas de Estados Unidos y Canadá, le hicieron corralito al secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos, urgiendo a definir reglas claras en la apertura del sector al comercio sudamericano de los cárnicos, cuya acción deja en riesgo los avances fitosanitarios del país. Y si, el funcionario federal escuchó, recibió sus inquietudes, les prometió que vería el asunto, el bla bla, bla de un funcionario que se sabe y se asume como florero. En el Gobierno Federal sólo hay una voz y esa no atienda más razones que las de su particular interés por ganarse la historia, de la ganadería que ni le hablen, él con que sigan surtiendo su despensa de chipilín es feliz. Pierden el tiempo con el secretario Villalobos, en el gabinete federal solo hay una voz y una razón, la de YSQ.
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Desesperado por enviar mensajes de una fortaleza política que no tiene, Cruz Pérez Cuéllar sube a sus redes cuanta foto se toma con altos personajes cuatroté. Sabe que nunca falta el despistado que les conceda valor político, siendo que en realidad mendiga esas imágenes con propósitos engaña bobos. La más reciente fue con Mario Delgado, al que -dijo- visitó para informarle personalmente de los trabajos realizados en Juárez. En redes maltrataron al edil diciéndole que fue a lustrarle los zapatos, recordándole la corrupción en Juárez, las desatenciones en vialidad. Bueno, la crueldad es tal que hasta con su físico se metieron. ¿Línea de adversarios internos o sentir popular? El alcalde sabrá, para mi que son las dos.
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La ciudad de Chihuahua había resistido con éxito la creciente ola violenta que somete al país por la criminal política de abrazos y no balazos del presidente López Obrador, una sinrazón demencial que hace de su sexenio el más violento desde la Revolución, más que durante la guerra de Calderón cuando extensas franjas del territorio nacional se pintaron de rojo sangre. Los asesinatos nos están alcanzando por la vía de los puchadores que se disputan los centros de distribución como antes los grandes carteles peleaban por territorios de trasiego y producción. Somos víctimas de esa política desastrosa de la que el Gobierno Federal se niega a corregir pero tampoco se hace cargo, siendo que ellos tienen el monopolio de la fuerza, a sus ordenes están el Ejército y la Guardia Nacional, los sistemas de inteligencia y definen la estrategia. En esas condiciones adversas es imposible para las policías municipales contener al crimen, sin embargo deben intentarlo con sus propios recursos, hay que hacer todo por preservar una capital en paz, del gobierno federal solo pueden esperar injurias y desdén.
