Agencia Reforma
Washington DC, Estados Unidos.- La edad del Presidente estadounidense, Joe Biden, está en el ojo del huracán luego de anunciar su candidatura para las elecciones de 2024.
A los 80 años, el demócrata ya es el Presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos y, si ganara, tendría 86 años al final de un segundo mandato.
Biden pidió ayer a los estadounidenses cuatro años más en el poder para “terminar el trabajo”, pero muchos de ellos no están de acuerdo con que busque la reelección.
NBC News reveló que el 70% de los estadounidenses, incluido el 51% de los demócratas, no aprueban un segundo mandato de Biden.
Su índice de aprobación general sigue estancado en poco más del 42 por ciento, según encuestas de FiveThirtyEight, una cifra que es inferior a 10 de los últimos 13 Mandatarios en este punto de sus gestiones.
“El Presidente está en una forma notablemente débil para ser candidato a la reelección”, subrayó Bill McInturff, un veterano republicano que codirigió el sondeo.
Los republicanos planean jugar con esas incertidumbres, al insistir en la avanzada edad y la fragilidad de Biden, pintándolo como el Mandatario más débil en postularse para la reelección desde que Jimmy Carter lo intentó hace 44 años.
La campaña del ex Presidente Donald Trump ya está mirando más allá de la próxima pelea por la nominación republicana para remarcar lo que ve como una de sus armas: un retador agresivo contra un titular vulnerable.
Sin embargo, funcionarios demócratas creen firmemente que el Mandatario lanzó su candidatura desde un terreno más sólido de lo que indica su nivel de aprobación.
Al evitar un serio desafío en las primarias, el Mandatario no pasará el próximo año peleando con miembros de su propio partido sobre temas difíciles como la migración, el crimen, el género y el aborto en formas que podrían alejar a los votantes indecisos.
En cambio, puede asistir a inauguraciones de obras, de plantas de semiconductores, de fabricantes de vehículos eléctricos y proyectos de energía solar que se derivan de sus tres mayores logros legislativos: la ley de infraestructura, la de “chips y ciencia” y la de la inflación.
“Siempre estaré preocupada porque somos un país muy dividido, pero creo que los republicanos se han puesto a sí mismos en una posición terrible. Están perdiendo y parece que no pueden darse cuenta de eso”, apuntó Anne Caprara, quien ayudó a dirigir el comité de acción política de Hillary Clinton en 2016.