*Politiquería las polainas de Juárez
*Su inacción incuba el estallido social
*Que Pavel saldría de gobierno ¿será?
*Discreta la visita de Claudia Ruiz
*El puño de la palabra”, historia de lucha
Les vengo diciendo, López Obrador está perdiendo el feeling o está cansado, ya no es el brillante pendenciero y calumniador eficaz. Contra el enérgico pero justo y sentido reclamo de la gobernadora Campos por la crisis social y humanitaria de los migrantes en Ciudad Juárez, no tuvo más que un ordinario “es politiquería”, respuesta estándar de la cuatroté, a todo reclamo de la oposición.
Cualquier exigencia social que no venga del “líder amadísimo” y gran tlatoani es politiquería, así resuelve los problemas, descalificando al mensajero por que sólo él y nadie más que él está legitimado para pronunciarse a favor de causas sociales. Los reclamos del agua son politiquerías, exigir las participaciones completas es politiquería, pedir seguridad pública es politiquería, demandar medicinas para niños con cáncer es politiquería.
Todo es politiquería, pero en el caso de Ciudad Juárez esa “politiquería” ya dejó 40 muertos quemados o asfixiados, generó un problema social que tiene a la comunidad a punto del estallido social porque ve como la ciudad se llena de extranjeros –llegan entre ochocientos y mil diarios-, y una crisis humanitaria cuyas principales víctimas son los propios migrantes que no tienen donde dormir, ni alimentos, beben donde pueden, la corrupta policía los despoja del dinero mendingado y el crimen organizado los esclaviza.
Paciente y solidaria con la Federación, desde el incendio fatal la gobernadora Campos esperó casi un mes a que el presidente López Obrador, sin cuya voluntad no se mueve un oficio en el gobierno federal, reaccionara pertinentemente para resolver el gravísimo problema en Ciudad Juárez. Si ya murieron 40, el sentido común sugería que muerto el niño taparían el pozo, pues no, el hoyo sigue abierto y los niños jugando en su entorno. Toda respuesta del presidente fue de abandono y simulación de justicia.
El presidente municipal Pérez Cuéllar, quien debió ser solidario con la comunidad que representa, también se hizo el desentendido, temeroso de indisponer con quien decidirá su reelección, todo el aparato federal, empezando por el delegado Loera y el comisionado de Migración, se escondió en su soberana irresponsabilidad. ¿Quién iba a sacar la cara por los juarenses?. Tuvo que ser la gobernadora y lo hizo sabiendo que su exigencia incomodaría al autócrata.
La emergencia permanece ahí, los muertos de nada sirvieron y como dije, el problema sigue creciendo. ¿Esperan a que suceda otra gran tragedia para definir una política de atención a los migrantes que provea de recursos al estado y al municipio o la Federación decida atenderlos, como debe ser por definición de competencia administrativa.
Nada, esperan a que los migrantes terminen resolviendo su problema como Dios los de a entender o que sean absorbidos por la población juarese hasta asimilarse y ser parte de la misma. Es una irresponsabilidad absoluta, como Juárez no representa ni el 0.5 por ciento de los votos nacionales, la dejan a la deriva confiados en que los programas del asistencialismo electoral obren su magia, cada vez que son requeridos en las urnas.
No señor presidente, no señores funcionarios federales, politiquerías las polainas del juarense ofendido y harto de su desdén. Lo que sucede en esa esforzada Ciudad es gravísimo y no me refiero a los muertos, esa desgracia ya pasó, que los muertos sepulten a sus muertos. Me refiero a la olla de presión que siguen sobrecalentando ¿Esperan a que un migrante asesine a un juarense –o al revés-, provocando el estallido social que nadie desea?.
Su indolente inacción hacia una evidente crisis social y humanitaria, hace al presidente López Obrador responsable directo de lo sucedido y lo que pueda suceder mañana. La indiferencia es un insulto a Juárez y en general a Chihuahua, en nuestras caras grita “tu y tu problemita de migrantes me importa tres cacahuates, trágatelo con tu propio pan”.
Rompeolas
Que Pavel Aguilar dejaría la oficina junto a Serrato. Es lo que dicen, pero no sería corrido, su salida tendría que ver con futuros movimientos electorales ¿será? Esperemos, también hablan de cambios en el PRD, donde podría llegar alguien con probada vocación de levantar muertos.
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Poco se supo de la visita de Claudia Ruiz en Chihuahua y Delicias, más que la acompañaron los tres gobernadores presentables y en Delicias Valenciano le hizo muy buen acto. A ver si mañana le tenemos datos, pues luego de La Salle se habría reunido con empresarios. Mañana va a Juárez, allá con los migrantes le sobra tema para dar la nota.
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Javier Contreras inmortalizó al profesor Antonio Becerra Gaytán, un sincero luchador social. Felicidades al biógrafo y al biografiado, ayer presentaron en Palacio de Gobierno el libro “El Puño de la Palabra”. Estoy interesado en leerlo, la historia de Becerra es interesante.
