Algunos siguen sin entender por qué la gente paga por algo que sale gratis del grifo.
Muy Interesante
Hace apenas 50 años, la idea de comprar agua embotellada cuando estaba disponible gratuitamente en el grifo hubiera resultado del todo absurda para la mayoría de la gente. Sin embargo, hoy las ventas de botellas y garrafas de agua son más altas que nunca, aunque tienen un efecto devastador para el medio ambiente, debido a las ingentes toneladas de residuos de plástico que casi siempre acaban en el los ríos y arroyos.
Reclamo comercial
Poder comprar agua embotellada se remonta al siglo XVIII, y a Estados Unidos, cuando los manantiales naturales eran tan populares que la gente acudía de turismo y los vendedores empezaron a meter el agua de los riscos en botellas para vendérsela a los visitantes. Además, el agua también se vendía como curativa, asegurando que contenía propiedades contra el reúma y demás dolencias comunes.
Sin embargo, no fue hasta los años 60 cuando comenzó el concepto agua embotellada que conocemos ahora. Coincidió justo con el desarrollo del polietileno de alta densidad, es decir, del plástico que se usa para fabricar las botellas. Al dejar atrás el caro vidrio, que además era difícil de producir, el coste de las botellas de agua descendió y empezaron a promocionarse mediante agresivas campañas de publicidad que incidían en la comodidad de llevar una botella resistente y ligera a cualquier sitio.