“Las enfermedades crónico-degenerativas como diabetes mellitus, hipertensión y su principal factor de riesgo, que es la obesidad, son potencializadores de discapacidad no traumática, por eso es tan importante prevenirlas”, señala el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) a nivel nacional.
El director general de la institución, Pedro Zenteno Santaella, destacó que, en el modelo de salud del ISSSTE, más que dedicarse a curar enfermedades y atender complicaciones, ahora se trabaja por evitarlas y se fomentan hábitos de vida saludable, para que la población se mantenga en óptimo estado de salud y no sufra discapacidad.
En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la especialista Guízar Ramírez hizo recomendaciones para prevenir esta situación: implementar mecanismos de autocuidado responsable, vigilar el peso corporal, hacer ejercicio de manera regular, procurar la alimentación balanceada y acudir a la unidad médica a realizar un chequeo del estado de salud por lo menos una vez al año, “de tal manera que logremos mantener nuestro cuerpo en las mejores condiciones posibles y se reduzca la posibilidad de tener una enfermedad o limitantes asociadas”.
En cuanto a la importancia de contar con servicios de rehabilitación, explicó que estos contribuyen a reducir secuelas discapacitantes; su premisa es potenciar al máximo la recuperación funcional en cada paciente y mejorar su calidad de vida.
“La rehabilitación impacta de manera positiva porque reduce significativamente los tiempos de atención, los días de licencia médica, el consumo de medicamentos y permite que el paciente se reincorpore a su vida diaria, familiar, social y laboral”.