*El torturador favorito de Javier Corral
*Mudo quedó el holgazán… por ahora
*Que la justicia se encargue de la justicia
*Rumor: que Fuentes Vélez desapareció
*Versión: muy precaria salud de lucha
*Los políticos enganchados con Qatar
Atropellos al debido proceso, declaraciones extraídas a la fuerza, infamias en las celdas, amenazas y, contra parte, ofrecimientos generosos a los dispuestos a cantar como canarios fueron versiones que alimentaron el morbo de la política doméstica durante meses, años de la pasada administración. Corrieron variadas reacciones entre quienes tejen en cafés y pasillos del mundillo político, teniéndolas unos por exageraciones de abogados o lloriqueos de los detenidos, otros por abusos comprobados. Con la caída de Francisco González Arredondo, al que hoy llaman “el torturador oficial de Javier Corral”, ahora sabemos con certeza que existen suficientes elementos para dar crédito a las versiones de tortura, el juicio va.
No es que defienda la corrupción duartista, en lo personal exigí y sigo exigiendo justicia para Chihuahua, esa ensarta de bribones dejó al gobierno desfalcado con deudas que hasta hoy complican su operación. Pero es verdad pública que durante el gobierno de Corral sus fiscales y juzgadores a modo retorcieron las leyes y abusaron del poder, siguiendo instrucciones delirantes de un gobernador rencoroso y miserable que hizo de la justicia su instrumento personal de venganza. Bueno, llegó al punto de ordenar el encarcelamiento de personas inocentes a todas luces como la contadora de parral, el joven de las avionetas, la funcionaria menor de educación y otros más.
Con esa obsesión, detener al que tuvo la osadía de ofender a su familia –el desencuentro en el senado por los dos hermanos-, Corral encontró en González Arredondo al fiscal dispuesto a satisfacer sus apetitos de odio, sin reparar en la obligación que, como toda autoridad, tenían de procurar justicia, no venganza. Ahora está detenido y acusado de un delito que suena extraño en éstas épocas: tortura. Así de surrealista fue el gobierno de Corral, un delirio vengativo disfrazado de acción justiciera –Justicia para Chihuahua- al punto de que no hubo otro tema en su administración. El de Corral fue un gobierno monotemático.
Hoy que en lugar de acusador es acusado, González Arredondo denuncia violaciones a sus derechos humanos y pide justicia. Son las dos caras de un torturador; cuando tenía el poder obró con sevicia, sentado frente a la ley intenta victimizarse. Se entregó, junto con otros que también deberían ser sometidos a proceso, a satisfacer los rencores de un gobernador con obvios desequilibrios mentales, el hombre está sustraído de la realidad, ahora que asuman las consecuencias. Los sentimientos de acusador y acusado son muy diferentes, o como dicen los del barrio, para que vea lo que se siente.
La Liga del Mal, una pandilla de complotistas entre los que destaca Corral, desplegará una ofensiva mediática intentando que la detención del acusado pase por acción de venganza. Como el león, piensan que todos son de su condición. Hoy mismo empezaron con una ridícula manifestación de unos cuantos estudiantes, en defensa de González. Destruir es lo suyo, es lo que saben hacer y lo hacen muy bien, pero las evidencias son macizas, la juez Hortencia García consideró sólidos los testimonios de las víctimas y lo vinculó a proceso. Los chihuahuenses estamos frente a un juicio que podría ser histórico, no todos los días hay acusados de tortura. Fatalmente terminará por tocar a Javier Corral, el fiscal no se manejaba sólo como entiende hasta el más bisoño en política.
El contexto politizado y teniendo en cuenta que la misma gobernadora Campos fue víctima directa de una feroz persecución política ordenada –de esto sobran pruebas- por Javier Corral, obliga a que las instituciones de justicia en el presente gobierno tengan doble cuidado en la conducción del juicio, respetando el debido proceso y los derechos humanos del imputado. Renunciar a la tentación, muy humana, de retorcer las leyes o habilitar juzgadores a modo debe ser la primera acción de la gobernadora. Ella lo entiende así, ha evitado involucrarse como lo hizo Corral, manteniendo el “ni perdón ni olvido” como respuesta estándar al explicable acoso mediático.
Chihuahua necesita encontrar la reconciliación, que los dos sexenios perdidos queden atrás. Ahora lo importante es reconstruir sobre los escombros que dejaron y mirar adelante, de la justicia que se haga cargo la justicia.
Rompeolas
El gobernador holgazán que suele tener una respuesta inmediata para todo, guardó silencio por la detención de su Fiscal preferido. Esta vez sintió el disparo zumbar en sus orejas, dando la impresión que lo atarantó. No se quedará callado para siempre, en cuanto recupere el aliento saldrá con cualquier ocurrencia, está en su naturaleza, como la fábula del alacrán maldito y la rana buena onda.
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No existe información confirmada, pero aseguran que Arturo Fuentes Vélez, anodino secretario de Hacienda en el gobierno pasado, decidió poner tierra de por medio, apelando al sabio “más vale que digan aquí corrió que aquí murió”. De confirmarse la información sería una prueba más de que el trasero y el corazón avisa, tiene razón en correr, la justicia se acerca a los delincuentes del corralato.
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Me confirman que Luz Estela Castro regresó de Barcelona, donde se refugió al dejar la consejería de la Judicatura. ¿Vino al ver que la plaza se calienta sabiendo que ahora van las contrarias? No, presumiblemente su salud es precaria, habría venido a despedirse. Muchas cosas pueden decirse de ésta mujer, atendiendo a su estado de salud me abstengo. Dios obre para que se recupere.
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Muy entusiasmados los políticos con la selección mexicana, viendo las imágenes hasta parecería que de verdad son aficionados, festejaron la atajada de Ochoa como si hubiesen ganado el mundial. Prudencia, señores, el sábado México pierde ante Argentina y la próxima semana podría quedar fuera de la Copa, ésta es una de las peores selecciones que nos ha representado en un mundial. Menos estridencia, no sea que Martino y sus muchachos les trasfieran la derrota futbolera. No querrán eso ¿o si?.