En la película ‘Ojos que no Ven’ relatan la pérdida de un hijo y una madre desesperada por volver a recuperar su felicidad
Mauricio Angel/ Agencia Reforma
CDMX.- Como parte de un juego, el pequeño Matías (Matías López) acepta que Elena (Arcelia Ramírez), la bibliotecaria de su escuela, le corte el cabello, pero desconoce que ese gesto en realidad es parte de un acto de locura de la mujer cuyo hijo ha muerto.
Elena no ha logrado superar su pérdida, pero cuando conoce a Matías, un niño totalmente idéntico al suyo, se convence de que puede recuperar la alegría que le fue arrebatada, por lo que decide quedárselo y transformarlo en su hijo en la película Ojos Que No Ven, que se estrena en cines hoy.
“Mi personaje vivió un duelo que para nada estaba bien hecho, al revés, cuando llega un niño que le devuelve la luz y la esperanza, ella se obsesiona, va con todo, no mide para nada las consecuencias que sus decisiones van a provocar.
“Ella está respondiendo a lo que ven sus ojos, nadie es capaz de ver lo que ella ve, por eso está reaccionando más a un instinto, por eso tenemos la sensación de que está perdiendo la razón”, explicó Ramírez en entrevista.
La cinta dirigida por el debutante Alfonso Zárate bien pudo ser un melodrama, pero su elenco destacó el cuidado del cineasta para mantener el tono de thriller.
Andrea (Fernanda Castillo), la madre de Matías, se encuentra en crisis, pero debe mantenerse serena para encontrar a su hijo y recurre al ex esposo de Elena, Tomás (Flavio Medina), aunque su alianza no es de lo más estable.
“Para mí era muy complejo, sobre todo al ser madre muy reciente, entender este personaje que tiene que ir atando los cabos, me costaba mucho trabajo no pensar que esta mujer rompiera todo para encontrar a su hijo, yo decía: ‘Si raptan a mi hijo, le arranco la cabeza a alguien antes de que se acabe el día’.
“Además no tiene aliados, es una mujer que con mucha cautela tiene que ir tratando a la persona que la está ayudando. Refleja cómo todos los seres humanos, cada uno tiene su verdad y la defiende hasta el último momento”, resaltó Castillo.
Ramírez compara a su personaje como una directora de escena, pues enfoca todos sus esfuerzos en reconstruir su pasado de plenitud y volver a armar una familia, por lo que cree que Matías López tuvo doble dirección.
“Elena va haciendo su guion y como si el niño fuera actor lo va transformando en el personaje que ella quiere que sea para poder curarse. La recompensa más grande de mi personaje en la película es tener esa relación que le fue truncada”, apuntó la protagonista de La Civil.