¡Híjole! Asombra que algunos de los gobernantes pierdan la proporción, tanto del lugar en el que ejercen la función, como de la pretensión de pintar un escenario por demás alejado de la realidad.
Ejemplos sobran en el ámbito nacional, ahora y siempre.
Ahora tuvimos nuestra probadita en el ámbito local: “La Sierra es la zona más segura, quizá del mundo”.
“El secretario de Turismo, Edibray Gómez Gallegos, aseguró que la presencia de cuerpos de seguridad de los tres niveles de gobierno hace de la Sierra Madre ‘la zona más segura, quizá del mundo’, a la que siguen acudiendo miles de visitantes”. (Nota de Argelia Domínguez, El Diario de Chihuahua, 21 septiembre 2022).
¡Avísenle al mundo que en nuestra entidad se encuentra el macizo serrano más seguro del planeta!
Y, por favor, también notifíquenle a los habitantes de La Tarahumara… ¡Ah! Y también al “Chueco”, a sus compañeros y la buena cantidad de delincuentes que en distintos momentos y etapas, cada que lo deciden, se aparecen y son capaces de mostrar, también al mundo, su poderío, al tiempo que le envían, también al mundo, que acá tenemos el enorme privilegio de contar con la zona más segura de todo el orbe, según lo declarado por Don Edibray.
¡Díganle también a los habitantes de Mónaco y Liechtenstein, ambos con una tasa de 0 por cada 100 mil habitantes y ningún fallecido; Singapur con una tasa de 0.2; Japón, 0.3 e Islandia, con una tasa de 0.3. O si se quiere confrontar con algún país parecido, Chile tiene una tasa de homicidios de 3.1!
Y es que hasta el 20 de agosto, “mil 464 personas habían sido asesinadas en el estado, de las cuales, mil 293 víctimas son hombres y 171 son mujeres”. (Nota de la redacción, El Diario, 21/09/22).
Si esas cifras se proyectan al año, resultará que, como ha ocurrido con demasiada frecuencia a lo largo de más de tres lustros, la tasa de homicidios en Chihuahua rebasa esos parámetros pues podríamos terminar el año con una tasa de 55.5 homicidios por cada 100 mil chihuahuenses de tal modo que aventurarse a tratar de presumir que en la entidad existe el mejor clima social que nos lleve a esas muy fantasiosas declaraciones, en realidad logra el efecto contrario, es decir, el de que por irreales hacen que no por ellas se incremente el flujo turístico a Chihuahua.
Además, por si fuera poco, luego de los muy lamentables y muy conocidos asesinatos de los sacerdotes jesuitas y el guía turístico de hace unas semanas, en Cerocahui, cuyo principal sospechoso aún continúa prófugo, y luego de que en el ínterin fueron detenidos -tanto por las fuerzas estatales, como federales- varios presuntos delincuentes, lo que despertó las muy justificadas críticas a lo que todo mundo calificó como el muy deplorable estado de la seguridad pública en amplias zonas de la Tarahumara.
De ahí que las declaraciones del responsable del turismo en el estado no tienen justificación alguna.
No es por ahí.
Y es que si, además agregamos algunos datos de la actual situación por la que atravesamos, entonces deberemos reflexionar acerca de la urgente revalorización de la estrategia de la seguridad pública en el estado pues no obstante que desde el ascenso del nuevo grupo gobernante en Chihuahua, las relaciones con los funcionarios federales de las áreas de seguridad, acreditados en Chihuahua, han mejorado ostensiblemente en relación al gobierno de Javier Corral, sus efectos no parecen reflejarse en el mejoramiento de los índices delictivos.
Al contrario. Nos mantenemos en el grupo de seis entidades en las que se presentan la mitad de los homicidios en el país.
Solo algunos trazos: De acuerdo con el Monitor de Seguridad de Coparmex, 86.5 empresas, de cada 10 mil existentes en la entidad, registraron un robo en 2021.
Más. “Con al menos 21 víctimas dolosas, agosto se convirtió en el mes más letal para las mujeres en Ciudad Juárez durante los últimos 27 meses”. (Nota de Hérika Martínez Prado, El Diario de Juárez, 2/09/22).
“Según datos de la Fiscalía General del Estado (FGE) y seguimientos periodísticos, hasta ayer sumaban 96 mujeres asesinadas durante 2022 en Juárez y el Valle…). (Ibídem).
Y si bien esos son muy fríos datos, hay otro escenario, igualmente doloroso, el de las personas y comunidades -sobre todo de la sierra- víctimas de otra consecuencia de los elevados niveles de violencia, que es el del desplazamiento del que en Chihuahua se estima existen “al menos mil 703 víctimas, La Comisión Estatal de Víctimas del Estado tiene registro de desplazamiento forzado en 56 comunidades de municipios chihuahuenses -todos en la Tarahumara-”. (Artículo de Heidi Segovia Luján, “El desplazamiento forzado interno en Chihuahua, El Heraldo de Chihuahua, 14/09/22).
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Fuente de citas hemerográficas recientes: Información Procesada (INPRO)