Aumentan en una proporción mayor al crecimiento de su población: estudio de NMSU
De la Redacción / El Diario de El Paso
Las Cruces, NM— Los suicidios de adultos hispanos en los Estados Unidos aumentaron a un ritmo que superó con creces el crecimiento de su población durante la última década, según un estudio de la Universidad Estatal de Nuevo México (NMSU).
Jagdish Khubchandani, profesor de Ciencias de la Salud Pública en NMSU, descubrió que los suicidios entre adultos hispanos de 20 a 64 años aumentaron más del 70 por ciento entre 2010 y 2020, mientras que su población creció alrededor del 25% durante el mismo período.
“Esta es una escalada importante y desproporcionada dado el aumento en el tamaño de la población frente al aumento en las tasas de suicidio”, dijo el profesor.
Khubchandani analizó la década de datos de mortalidad de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para comprender las tendencias de suicidio entre los adultos hispanos que no son adultos mayores, para un estudio en coautoría con James H. Price, de la Universidad de Toledo.
“Queríamos centrarnos en los subgrupos de esta población, como el género, la región, el estado y el método de suicidio para informar la prevención y la política”, dijo Khubchandani.
El estudio, publicado a principios de este mes en el Journal of Community Health, encontró que las regiones del Sur y Oeste de los Estados Unidos tuvieron la tasa de suicidio más altas entre los adultos hispanos que no son adultos mayores en 2020. Colorado tuvo la tasa de suicidio más alta entre la población del estudio con 25.52 por cada 100 mil personas. Nuevo México tuvo la segunda tasa más alta con 23.99 por cada 100 mil personas, mientras que Texas, que tuvo más suicidios en la población de estudio que cualquier otro estado, en 2020 tuvo una tasa mucho más baja con 11.97 por cada 100 mil personas.
El estudio muestra que 31 mil 174 adultos hispanos que no eran de la tercera edad murieron por suicidio entre 2010 y 2020. La gran mayoría, 25 mil 236, eran hombres.
También encontró que los suicidios anuales de adultos hispanos que no eran de la tercera edad totalizaron 2,143 en 2010 y aumentaron constantemente a 3,681 para 2020. La tasa de suicidios de hombres hispanos creció casi un 36 por ciento durante ese período, mientras que la tasa de mujeres hispanas se disparó un 40 por ciento.
“Más de 300 adultos hispanos que no pertenecen a la tercera edad mueren por suicidio cada mes ahora, pero lo más preocupante es el hallazgo de que las cifras han ido en constante aumento desde la última década y no se han realizado muchas investigaciones con esta población”, dijo Khubchandani, quien explicó que estudios previos se enfocaron en jóvenes, adultos mayores o grupos dominantes de la población hispana.
Los resultados del estudio también indican que los métodos de suicidio más comunes entre los adultos hispanos que no pertenecen a la tercera edad fueron el ahorcamiento/estrangulamiento, las armas de fuego y el envenenamiento.
“Dado el debate nacional sobre las armas de fuego, cabe señalar que entre 2010 y 2020, las armas de fuego como causa de suicidio aumentaron rápidamente en frecuencia entre los adultos hispanos”, dijo Khubchandani. “Entre los adultos hispanos que no son de la tercera edad, las armas de fuego son ahora el principal método de suicidio para los hombres y el segundo método de suicidio para las mujeres”.
Khubchandani dijo que más de 100 estadounidenses mueren por suicidio todos los días. Agregó que se necesita investigación adicional sobre adultos hispanos que no son de la tercera edad para identificar estrategias efectivas de prevención del suicidio y comprender mejor los factores de riesgo como la discriminación y los prejuicios, los problemas de salud mental, los determinantes sociodemográficos y culturales y el acceso a las armas de fuego.
“Los profesionales de la salud pública y los legisladores deberían ayudar a desarrollar e implementar políticas para reducir la creciente ola de suicidios entre los adultos hispanos”, dijo. “Dichas políticas deben abordar la promoción de la salud física y mental, la discriminación y el acoso, los ingresos y los beneficios, la seguridad y educación sobre armas de fuego, y la expansión de la cobertura de atención médica para las familias hispanas, etcétera”.