Ojinaga Chih.- Hoy la gente no tiene temor a Dios, le teme más al policía, al patrón, incluso al mismo pastor de la Iglesia pero a Dios jamás; bajo el concepto de que Dios es espíritu y no está presente hago pues lo que me viene en gana, advirtió el pastor David Hormachea
La primera mitad de Proverbios 1:7 dice que “el principio de la sabiduría es el temor de Dios”
Según la Biblia, Dios es la fuente primordial de toda sabiduría, pues sus enseñanzas “son la fuente de la sabiduría, y ella nos enseña a obedecer sus mandamientos eternos”
(Eclesiástico, I: 5). Además, Dios es omnisciente: todo lo sabe, todo lo conoce, y solo en Él están todos los secretos de la sabiduría.
Proverbios nos enseña que el principio de la sabiduría es el temor del Señor. ¿Qué quiere decir esto? Asombro, reverencia y – eso mismo – temor.
El principio de la sabiduría es el reconocimiento de quien Dios es—Soberano Señor del universo—y que somos criaturas Suyas bajo Su total dominio y autoridad (Sal. 100:3). “Nuestro Dios está en los cielos; El hace lo que le place” (Sal. 115:3). No se puede alcanzar sabiduría sin iniciar aquí, bajo esta realidad.
Podemos ver en estos pasajes que hay tres elementos a la sabiduría: Temor, conocimiento y obediencia. Para ser sabias tenemos que acercarnos a Dios con temor, bajo la realización de quién Él es y quiénes somos nosotras. Si Él es Señor, la única manera de alcanzar sabiduría es conocer más de Él—Sus atributos y Sus mandamientos. Y por último, si le temo, conozco quién es Él y lo que me manda, la sabiduría se encuentra en obedecerlo completamente. “Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible, demostremos gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor” (Heb. 12:28-29).
Lamentablemente, muchas hemos perdido el temor. Aquí es donde empieza todo. Sin ese temor de Dios y el reconocimiento de quien Él es, nunca podremos ser verdaderamente sabias.
Finalmente, el temor de Dios es el principio de la sabiduría porque nos lleva desesperadas hacia Cristo en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.” (Col. 2:2-3) Como dice la autora Lydia Brownback “Sabiduría es la realización de que Cristo es todo… Vivir sabiamente es orientar todo sobre nosotras y nuestras vidas alrededor de Dios y no de nosotras mismas”.
Gracias a Dios por Cristo, quien nos permite acercarnos a Dios, quien es la sabiduría de Dios y quien nos da libre acceso para pedirle sabiduría a la fuente de todo. “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Sant. 1:5)
¿Has perdido el temor del Señor? Reconoce la realidad de quien Dios es, arrepiéntete y ¡corre a Cristo!