Por La Libre/ Columna Vía Libre
La gobernadora Maru Campos se fue con todo contra el alcalde Marco Bonilla, y es que en un intento de quitarse la culpa de toda la violencia que se ha disparado en el estado, y que ella y su gabinete de seguridad no han podido detener, le echó la barra a Bonilla, diciendo que era muy lamentable que se le haya salido de control la seguridad de la ciudad, aún y cuando según ella, mientras fue alcaldesa, todo estaba de maravilla.
Esta es una muestra evidente del rompimiento entre los dos amigos Maru y Bonilla, sin embargo, el mensaje de la gobernadora es cada vez menos creíble, pues cuando ocurrió lo del Deny’s, culpó a la federación, cuando fue lo de los sacerdotes jesuitas, culpó a Javier Corral, y ahora que no tiene salida, le avienta la pelota a la policía preventiva de Marco Bonilla, pero lo hace también para desacreditarlo y con eso ir abriéndole el camino a la diputada Georgina Bujanda, pues ya pactó Maru con ella para que sea alcaldesa en el 2024, quitándole a Bonilla la reelección. Prácticamente la inseguridad es el pretexto perfecto, le cayó como anillo al dedo.