¿Y tú qué prefieres? La inflación ha sido parte de las razones por las que los mexicanos prefieran la recarga de salgo a un plan
Mariana Mendoza | El Heraldo de Chihuahua
¿Ahora te puede seguir con tu plan telefónico porque ya no te alcanza? Bueno, te contamos que no eres el único, debido al aumento de precios a niveles que no se habían visto en dos décadas.
Pese a que los mexicanos somos precavidos al momento de comprar para economizar, es cierto que ahora la mayoría de las familias han tenido que recortar algunos gastos que consideran no son urgentes en su vida, y ahí es donde entran los planes de celular.
Compañías desconectan a sus usuarios
En este año América Móvil y AT&T, han desconectado al menos a 40.mil usuarios del servicio conocido como “plan” (contrato que puede hacerse por determinado tiempo) sin embargo, a las “facilidades” los usuarios han regresado al esquema de recargas.
De acuerdo al reporte de América Móvil, (Telcel) durante los primeros tres meses de lo que va del 2022 se dio de baja a 34.mil usuarios de este esquema, pese a esto se reportó más de 465 mil líneas con su esquema de recargas de distintos centros de conveniencia.
Mientras que en AT&T se registró una alza de tres mil líneas de pospago, en comparación con las 141.000 líneas de recargas que añadieron durante el primer trimestre.
La diferencia entre ambos principalmente radica en que la mayoría de las personas que prefieren las recargas, fluctúa entre los 100 a 200 pesos al mes, mientras que el plan cuenta con un contrato de entre los 400 hasta 600 pesos al menos al mes.
Aunque en el país exista la preferencia por el esquema de recargas, es cierto que ahora los consumidores piensan no solo dos veces sino varias el de firmar un contrato aunque se ofrezcan servicios ilimitados de Internet y redes sociales.
Esto quiere decir que según el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) las líneas de plan sin límites (permiten al usuario gastar lo que quiera hasta el fin de su fecha de pago), esto ha decrecido en más de dos millones, mientras que las líneas controladas (con un tope de consumo) han crecido en más de cuatro millones, aunque muy lejos de alcanzar los 103 millones de contratos bajo recargas.