El hartazgo social y las Maru placas -Ciudadanos cumplidos, gobierno fallido -La inacción contra Duarte- Vivo el conflicto del agua
EL TEMA del canje de placas y su reciente suspensión temporal ha retraído el enojo social, primero por el innecesario canje, el alto costo, las largas filas y la amenaza de la multa por casi cinco mil pesos, para quien circule con placas viejas a partir del primer día de agosto.
Pegarle al bolsillo al ciudadano ha sido la filosofía del gobierno estatal en estos primeros ocho meses de administración, lo facilito pues, como si los chihuahuenses fueran los responsables, de la quiebra financiera que provocaron César Duarte Jáquez y Javier Corral Jurado.
El canje representa alrededor de 900 millones que los ciudadanos aportarán al Estado de manera obligatoria, si tomamos en cuenta que el padrón vehicular en la entidad es de un millón 200 de vehículos, cantidad que se acepta de manera oficial, aunque el número se ubica en el millón 800.
Además, hay que sumarle la súper e ilegal multa de los cuatro mil 800 pesos, que se aplicará a los automovilistas omisos; las arcas del Estado se le van a llenar a la gobernadora, María Eugenia Campos Galván y sólo por estos pequeños conceptos.
El enojo social se ha hecho presente en contra de la administración estatal actual, pues se perciben como imposiciones con fines recaudatorios, cuando por otro lado, no se conoce ni una sola obra pública estatal y los viajes de la gobernadora continúan un día sí y el otro también.
Ahora hay que agregarle al hartazgo ciudadano, el hecho de que a partir del sábado anterior y hasta el siguiente, no habrá canje de placas, bajo el argumento de “servirte mejor”.
No se dio conocer por parte del Gobierno del Estado, qué es lo que en realidad está pasando: Hay a quien dice que los juegos de placas se agotaron con el primer paquete de 160 mil que ya se entregaron, lo que representaría incumplimiento de la empresa troqueladora.
Para el común propietario de algún vehículo, es un ineficiencia del Gobierno estatal, quien primero cobra y no entregó las placas; retrasó un mes la primera entrega y ahora la suspende.
Eso sí bajo la amenaza de multar y hasta retirar los vehículos que ni cuenten con placas nuevas. Entonces estaríamos bajo la hipótesis del ciudadano cumplido con gobierno fallido.
YA QUE recordamos al exgobernador César Duarte Jáquez, hace ya medio año que la jueza de Florida, Lauren Fleischer Louis, autorizó la extradición del exgobernante, por un desvío de 96 millones de pesos y asociación delictuosa; nada ha sucedido.
El grupo de abogados de Duarte, aseguraron que en un mes se daría la extradición, eso fue en el mes de noviembre del año pasado y aún seguimos a la espera.
Duarte Jáquez, tenía 23 carpetas abiertas en su contra y número similar de órdenes de aprehensión. Ahora sólo dos procesos por lo que tendría que comparecer ante la justicia estatal, así lo juzgó Lauren Fleischer.
Los abogados de Duarte interpusieron un recurso, similar a un amparo en México, para evitar la extradición y por supuesto luego, buscar su libertad en aquel país y dejarlo sin cargos en su contra.
La estrategia es buena; más cuando el Gobierno de Chihuahua y desde luego del Federal, por el tema de la diplomacia, han dejado lo han dejado en el abandono.
A la expresión de la gobernadora Campos Galván de “ni perdón ni olvido”, habrían que agregarle ni procuración de justicia.
En el ámbito federal es más sencillo, seguramente dirán que Duarte también en humano y hay que cuidarlo, como se dijo cuando integrantes de un grupo del crimen organizado, humilló a integrantes del Ejército Mexicano.
TIENE RAZÓN el exgobernador Fernando Baeza Meléndez, cuando afirma que el conflicto o la guerra por el agua, no ha concluido en el estado de Chihuahua y en especificó en la región centro sur.
En este nueva década de sequía extrema, se requiere que el Gobierno Federal ponga orden, pues es el que generó la anarquía con la entrega de permisos y concesiones. “se excedieron; metieron muchos popotes en el mismo vaso”.
Se necesita además la tecnificación, es decir, inversión de los tres niveles de gobierno, pero también de los productores, pese a que los distritos de Chihuahua, son mejor aprovechados gracias a las tecnologías.
Por supuesto que se requiere apertura y diálogo por parte del Gobierno Federal, para alcanzar grandes acuerdos. El pero es que, la cerrazón desde el centro es total y lo peor los ataques matutinos han sido contante en contra de los hombres campo Chihuahuense; ni un solo saludo menos un abrazo.
El pronóstico es más que complicado; está el riesgo el presente ciclo agrícola y más valioso, la estabilidad y paz social de las regiones.
El panorama por desgracia es negro, desalentador. Como decía el gobernante, el riesgo es latente de nuevos conflictos por el agua.
La realidad demuestra que, no hay voluntad de los gobernantes y que si San Pedro no le abre la llave, las cosas se van a descomponer.