Aunque los estímulos fiscales para las gasolinas buscan suavizar la alzas de sus precios, se ayuda en mayor medida a las personas que son más dependientes directamente a los combustibles, que aquellas que usan transporte público.
Fuente: 24 horas
“La idea es contener la inflación, pero la inflación no se va a contener porque no solamente está relacionada con combustibles fósiles, está generalizada en todas las materias primas”, apuntó Ramsé Gutiérrez, co-director de Inversiones de Franklin Templeton México.
El experto agregó que se trata de un subsidio regresivo, ya que favorece a las personas con mayores capacidades económicas.
“No es la mejor manera de ayudar a los menos favorecidos, que es la idea original de controlar la inflación y controlar el impacto que pueda tener en los sectores más vulnerables”, insistió.
La semana pasada la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, señaló que con los estímulos fiscales, el Gobierno federal dejará de recaudar unos 330 mil millones de pesos en 2022.
El especialista indicó que el vacío fiscal que provoca la disminución de ingresos tributarios por IEPS, IVA e ISR no favorece al país, y no se compensa por el alza en los elevados precios internacionales del petróleo, pues no se aprovecharán ya que se estarán otorgando subsidios a los combustibles.
El IEPS es el tercer impuesto más importante para el Gobierno federal, ya que representa el 7% de los ingresos totales, por debajo únicamente del ISR (30%) y el IVA (18%), de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
En la Ley de Ingresos de 2022 se planteó una recaudación por 505.2 mil millones de pesos por concepto de IEPS, de los cuales, 318.1 mil millones de pesos provendrían de ese gravamen a gasolinas y diésel.
“En ese sentido, podría observarse un escenario similar al que sucedió hace una década, cuando el IEPS no era sinónimo de recaudación, sino de gasto fiscal”, señaló el Imco cuando dio a conocer sus estimaciones de las afectaciones de los estímulos a las gasolinas.