Reflexión semanal
En cuanto a la música, existen en el mundo infinidad de géneros. Unos cantos inspiran alegría y danza, otros melancolía, muchos motivan el amor, otros religiosos que invita a la devoción, y más, otras acciones.
De hecho, la música en la biblia, tiene un lugar predominante en cuanto a la fe y la devoción. Encontramos algunos cantos como El canto de liberación de Moisés. La canción de victoria de Débora y Barac. El canto de alabanza de Ana por haberle dado un hijo, siendo ella estéril. El lamento de David por Saúl y Jonatán. Canto de victoria de David. La canción de Zacarías, el canto de Elisabeth. La canción de alabanza de María a Dios. El canto de los ángeles. Y desde luego el himno a Cristo Jesús.
Pero hay uno en particular que llama poderosamente mi atención, es el canto de la tórtola. Bíblicamente, la tórtola era un ave de la familia de las palomas. La diferencia de la tórtola con otras aves, es que ésta anunciaba el tiempo en que habría de iniciar su éxodo, al resto de las palomas y aves que no migraban. Tan exacto era su canto y su tiempo, que la tórtola empezaba su canto en primavera y lo hacía de manera infalible. Su canto era un anuncio de paz, de tiempo de reconciliación, de amor y de perdón. Salomón en catares 2:11-12 escribe: “Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha escuchado la voz de la tórtola” El anuncio del cantos es que, ha pasado el invierno y la lluvia y se ha ido. Invierno en hebreo tiene el sentido de oscuridad, de algo escondido. Y en la vida hay inviernos muy fuertes, épocas muy difíciles. Sigue diciendo el canto que ha cesado la lluvia y se ha ido. La lluvia son las pruebas que pasamos en la vida, pero llega el momento que se van, cesan, se calma la tempestad.
Después del invierno llega la primavera, y con ella el canto de la tórtola que anuncia que un nuevo día se acerca, que la época del invierno ya ha pasado. La llovizna se ha ido y llega con la primavera la esperanza de un nuevo tiempo. Con la primavera aparecen las flores en la tierra. En el corazón seco sin vida por causa del invierno, ahora empiezan a crecer flores y viene pronto el tiempo de la cosecha.
Creo que el mundo entero hemos pasado por un largo y oscuro invierno llamado covid-19, con muchos daños colaterales que lamentar, sin duda. Estamos pasado por otro llamado guerra. Hay inviernos de pobreza y hambre. Inviernos de injusticia. Inviernos de maldad, de lamento y lloro.
La paloma siempre ha sido el emblema de la paz. La razón para ese simbolismo es que en el relato Bíblico la paloma salió del arca de Noé trayendo una rama de olivo cuando bajó el nivel de las aguas del diluvio. Fue una señal de paz, porque el juicio había llegado a su fin y una nueva temporada empezaba, un nuevo tiempo.
Que nuestra fe y oración sea que, en medio del valle de lágrimas y en las noche más oscura de la vida, Dios trae un cantico de esperanza con el anuncio de que, un nuevo día, un nuevo tiempo nos espera (Sal. 42:8)
Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo.