Maru estalla por su comadre -Sale Serrato al quite -¿La mueblería de mi ciudad y de Faudoa?- También punteamos en secuestros
DICEN QUE la gobernadora Maru Campos Galván, se molestó un poquito (lo que es muchísimo) porque su comadre, la secretaria de Desarrollo Rural, Lilia Merodio Reza, anunció que dejaba su encargo, y que habría más cambios en el gabinete estatal.
No se sabe si el enojo de la mandataria vino porque Merodio, no le informó primero a ella, a de plano, por aquella expresión de “estar harta”.
La cólera por los dichos de la secretaria, aún en funciones, provocó que de última hora, el Secretario del Gabinete Luis Serrato Martell, saliera a los medios de comunicación, para decir, que no habría cambios en el gabinete y que en su caso, se darían a conocer por los medios institucionales.
Sin embargo, lo que no negó por parte del supersecretario Serrato fueron las expresiones de Lidia Merodio, mucho menos eso de ya estar harta.
Por cierto que, la salida ahora o cuando la gobernadora Campos quiera, está más que definida, no sólo porque organizaciones campesinas al solicitado su renuncia, sino porque el perfil de la exsenadora priísta, está muy alejado de sus funciones en la institución.
Por si las cosas no estuvieran complicadas para Merodio, hay que agregar que al interior del gabinete no las trae todas consigo, precisamente por su pasado piísta, aunque para eso tiene a su comadre gobernadora.
AHORA que las ofertas electorales están a la orden del día en la Sección 42 del SNTE, ciertas realidades aparecen como consecuencia del debate y pugna por la sucesión.
Resulta que desde hace unos 15 años o más, los miembros del gremio magisterial al cancelarse los préstamos a corto plazo en Pensiones Civiles del Estado, buscaron otras opciones para resolver diversa problemática financiera y algunos integrantes del Comité Ejecutivo Seccional se las dieron: ir a la Mueblería El Pasito donde les resolverían el asunto.
Y sí, les otorgaron préstamos con una condición: que adquirieran una mercancía de oferta en la mueblería y desde luego bajo reglas precisas de pago de intereses, convirtiendo al negocio en una especie de tienda de raya a la que los maestros de la Sección 42 y ante la necesidad de resolver sus problemas, acudían al citado negocio.
Incluso muchos dicen que en su casa tienen estéreos, sillones, mesas que realmente no necesitaban. El asunto cristalizó cuando se institucionalizó el negocio y se empezaron a hacer descuentos vía nómina a los deudores.
Las realidades surgen porque resulta que el personaje que ideó tal empresa es uno de los candidatos que hoy compiten para la sucesión en la Sección 42.
Se trata, dicen, de Gabriel Faudoa, que representa la continuidad que hoy gobierna la Sección con Ever Avitia al frente. Se dice que este personaje en complicidad con el dueño de las mueblerías El Pasito, Ismael Rodríguez, hicieron su agosto, septiembre y todo el año.
Lo interesante de esto es que Ismael Rodríguez fue el “Gran Brother” de Javier Corral sobre los que pesan fuertes denuncias de corrupción de alta escuela, sobre todo en materia de aviones, además de que el esquema de préstamos y compra de muebles se generalizó a toda la burocracia estatal por lo que hoy muchos maestras y maestros de la Sección 42 se preguntan hasta dónde llegó la complicidad de Faudoa con Rodríguez.
EN PARTE DE los sexenios del panista Francisco Barrio y el priísta Patricio Martínez, el estado de Chihuahua registró cero secuestros. Había bandera blanca.
La Fiscalía de Barrio creó un grupo antisecuestros y lo consolidó; Patricio le dio continuidad y los resultados fueron excelentes.
Por desgracia algo se dejó de hacer bien en el quinquenio de Javier Corral y en el inicial sexenio de Maru Campos.
Ahora por desgracia, Chihuahua ocupa el tercer lugar en este sentido delito, sólo por debajo de la Ciudad de México y Veracruz. Ya estaría que le ganáramos.
La estadística de la OSC, Alto al Secuestro, indica que tan sólo en el mes de febrero se registraron en el país, 78 secuestros en el país de los que cinco corresponden al estado de Chihuahua.
Esa cifra no incluye, el levantón de ayer de una persona en una gasolinera de Cuauhtémoc, en donde por cierto, dejaron dos niños que acompañaban a su papá.
Resulta obvio, que el levantón, podría o no clasificarse como secuestro, la realidad es que, se trata de una privación ilegal de la libertad.
Desde el oficialismo, siempre, se dirá que los delitos disminuyen en la estadística, siempre es lo mismo; o viven en otra realidad o se gastan varios kilillos de maquillaje con tal de conservar la chamba.