Se trata de un señuelo que engaña los radares de defensa aérea y los misiles que buscan el calor
The New York Times
Nueva York.— Oficiales de inteligencia estadounidense descubrieron que la descarga de misiles balísticos que Rusia ha disparado contra Ucrania contienen algo sorpresivo: un señuelo que engaña los radares de defensa aérea y los misiles que buscan el calor.
Los aparatos, que tienen un pie de largo, tienen la forma de un dardo y una cola de color blanco y naranja, de acuerdo con un oficial de inteligencia estadounidense.
Son disparados por un misil balístico de corto alcance Iskander-M, utilizando lanzadores móviles desde el otro lado de la frontera, dijo el oficial, cuando el misil detecta que se ha convertido en un blanco de los sistemas de defensa aérea.
Cada uno contiene electrónica que produce señales de radio para atascar o burlar los radares enemigos que intentan localizar el Iskander-M, y contiene una fuente de calor para atraer a los misiles entrantes.
El oficial, que no está autorizado para hablar públicamente acerca de cuestiones de inteligencia, describió los aparatos de manera anónima.
El uso de señuelos podría ayudar a explicar por qué las armas de defensa aérea ucraniana tienen problemas para interceptar los misiles Iskander de Rusia.
El Iskander, que funciona con un motor de cohete de combustible sólido, puede alcanzar objetivos a más de 200 millas de retirado, de acuerdo con documentos del gobierno de Estados Unidos.
Cada lanzador móvil puede disparar dos Iskanders antes de ser recargado.
El uso de señuelos puede exhibir cierto nivel de descuido o urgencia de parte de los líderes militares de Rusia, tomando en cuenta que Moscú sabe que inevitablemente serán recolectados y estudiados por los servicios de inteligencia occidental, para que las defensas aéreas de la OTAN sean programadas para derrotar las contramedidas del Iskander.
Es altamente improbable que la versión del Iskander que Rusia le ha vendido a otros países pueda contener esos señuelos.
“Para mí, eso sugiere que los rusos valoran tener esa tecnología cerca de su país y que esta guerra es lo suficientemente importante para utilizarlos”, comentó Jeffrey Lewis, profesor de la no-proliferación del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales, situado en Monterey, California, en una entrevista.