Señalan que grupos armados se apoderaron de casillas electorales y obligaron a los ciudadanos a emitir su voto públicamente y por consigna
Reforma
Ciudad de México.— El crimen organizado impuso candidatos, amenazó o asesinó a los que no tenían su anuencia y operó el día de la elección con levantones y llenado de urnas para asegurar triunfos en al menos siete estados del país, según lo denunció la coalición opositora PRI-PAN-PRD en un expediente entregado a la OEA y a la CIDH.
“Grupos armados secuestraron e inmovilizaron a equipos completos de campaña, se apoderaron de casillas electorales y obligaron a los ciudadanos a emitir su voto públicamente y por consigna. Las amenazas se hicieron extensivas a la postelección, mediante una impuesta ley del silencio sobre todo lo que había ocurrido”, se afirma en un expediente que resume cómo murieron 27 candidatos del PAN, PRI, PRD o independientes, en el pasado proceso electoral de 2021.
Aunque señala que la violencia y asesinatos ocurrieron en casi todo el país, los más de 30 ejemplos se concretan en siete estados: Sinaloa, Estado de México, Veracruz, San Luis Potosí, Michoacán, Guerrero y Guanajuato.
Señalan el caso de una candidata a diputada local por Culiacán, Sinaloa, quien previo a la elección fue secuestrada y llevada ante el supuesto jefe de una banda que argumentó que su detención era ‘para evitar la compra de votos’.
Según su relato, ese mismo día habían levantado a otros 20 operadores del PRI.
En esa entidad, afirman, el crimen amenazó a jefes de sección, de colonia, de zona, a representantes generales de partidos y a funcionarios de casillas, las cuales, según la denuncia, fueron rellenadas a punta de pistola a favor de Morena.
En el documento basado en testimonios de cientos de militantes, versiones periodísticas, denuncias de hechos y autoridades, asegura que la muestra más palpable de la violencia fueron las cabezas humanas lanzadas en la casilla número 1440, en Tijuana, Baja California.