El cantante ha fallecido inesperadamente a los 81 años en el Hospital Puerta de Hierro en donde había ingresado para una operación de cadera
España.- Georgie Dann, el auténtico rey de la canción del verano, ha muerto inesperadamente a los 81 años en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid en donde había ingresado para una operación de cadera, según ha podido confirmar ABC.
Por EFE
Nacido en París en 1940 el seno de una familia de músicos y artistas, Georges Mayer Dahan, pues así era su nombre no-artístico, estudió ocho años de conservatorio. Se hizo clarinetista y tocaba además el saxo y el acordeón. Curiosamente, sus inicios discurrieron por el jazz, y la revista ‘Jazz Hot’ incluso lo encumbró como máxima promesa del género. Además, tocó en grupos como Starways y Four Dreams, y formó Les Touistiis de Pariia.
Sin embargo, nada de eso prevalecerá, porque al infatigable Georgie Dann le conocimos por su memorable y amplio catálogo de éxitos verbeneros. Asi, el rey de la canción del verano encadenó números uno durante varias décadas seguidas, algo en lo que no tiene rival, ni siquiera King África, gracias a machacones tonadas como «Bimbó» (1975), «El negro no puede» (1987), «El chiringuito» (1988) o «La barbacoa» (1994), además de otras muchas tocadas masivamente por las orquestas, que le hicieron merecedor de tal apelativo. Y rey solo hay uno.
Fue en 1969 cuando tuvo lugar su primer éxito en la España de canícula, al ponernos a bailar al ritmo de una adaptada melodía rusa, «Casatschok», quizás como antídoto frente a las elevadas temperaturas y a la pertinaz sequía que se vivió aquel año.
El músico francés se había instalado entre nosotros en 1965, cuando representó a a su país en el Festival del Mediterráneo con el tema ‘Tout ce que tu sais’, y su pelo negro, su sonrisa y su peculiar sentido del ritmo y del humor acabaron persiguiendo a los veraneantes durante cuatro décadas.
Además, los primeros videoclips musicales que se emitieron en RTVE fueron temas con su firma, apareciendo por primera vez, realmente, en nuestros platós a finales de los sesenta. Y ya no se fue.
Personaje que caía en gracia, en los escenarios de TVE este dicharachero francés se ganó la simpatía del público interpretando sus setenteros ‘Bimbó’, ‘Paloma blanca‘ o ‘Mi cafetal’. O en los ochenta ‘Moscú’, ‘El africano’, ‘El negro no puede’ y el consabido ‘El chiringuito’. En los noventa hizo la reválida, o machada, y con ‘La barbacoa’ conquistó su cumbre (en una entrevista en ABC en 2007 le decía a Antonio Astorga:
Mire, en los aeropuertos me encuentro grupos de 20 o 30 estudiantes que miran y me cantan a coro: ¡La baaaarbaaacoa!”. Sus últimos títulos conocidos fueron ‘El veranito’, ‘La cerveza’, ‘Viva el vino’ y ‘Buen rollinski’, una versión de “Casatschok‘ con motivo del Mundial de Rusia 2018.